Música para mejorar

22 de Junio de 2014
Liliana Anchundia

Mediante la musicoterapia se trabaja con niños con capacidades diferentes.Niños, adultos y personas de la tercera edad con diferentes problemas físicos, emocionales, intelectuales o sociales logran una mejor calidad de vida con el apoyo de terapias que incluyen la música.

Enrique Romero y Daniel Merchán son un par de jóvenes músicos que se han formado como musicoterapeutas. Junto con el psicólogo Juan Carlos Larrea y Florencia Rusiñol reciben, por turnos, a los grupos de niños o adultos que acuden a las sesiones de musicoterapia en el Centro Integral de Equinoterapia (CIE), de la Prefectura del Guayas, que promueve la inclusión social y la rehabilitación de las personas con capacidades especiales.

Rusiñol ha venido a realizar una pasantía como parte de la carrera que estudia en la Queens University of Charlotte, de Charlotte, Carolina del Norte, Estados Unidos. Como ella, otros voluntarios llegan constantemente durante todo el año a este centro que brinda asistencia totalmente gratuita a niños y adultos que presentan capacidades especiales, algunos desde su nacimiento, otros las adquirieron por enfermedades degenerativas, accidentes o por su avanzada edad.

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El empleo de la música con fines terapéuticos involucra el uso de ritmos, melodías, sonidos, etcétera, para obtener diferentes resultados psicológicos y físicos.

Merchán explica que en el área de musicoterapia se plantean metas y objetivos con cada paciente, pues algunos necesitan trabajar en el área motriz, como aquellos que llegan con parálisis cerebral o con espasticidad (trastorno motor del sistema nervioso por el que los músculos se mantienen permanentemente contraídos); con ellos se trabaja de manera lúdica con la música y sus instrumentos, para que puedan mover las manos, brazos, piernas y mediante esos movimientos estiren los músculos.

Una vez que el paciente ha pasado por diferentes modelos de observación y ha logrado avanzar, se lo deriva a otra terapia.

Merchán señala que la condición física o mental que presentan los pacientes con capacidades diferentes es permanente, por ello es importante brindarles una mejor calidad de vida a través de terapias, pues “les ayuda a mejorar su estado anímico, social, cognitivo y redunda en el desarrollo emocional de la persona, que cuando entra a terapia desarrolla todas estas aptitudes”.

Por eso es importante, agrega, que los niños o pacientes a nivel geriátrico con discapacidades tengan una terapia constante durante toda su vida.

Para todos

La musicoterapia sirve para todas las personas en general, dice Merchán, desde el embarazo, para que el niño desarrolle creatividad, relajación y correcta respiración. Recomienda que los niños escuchen música tranquila, amena, música feliz, para que puedan controlarse, tranquilizarse y también para ayudar a su socialización. De igual manera, que los adultos tengan actividades como la bailoterapia y escuchen música, pues esta le ayuda al ser humano a desarrollarse, a ser creativo.

La música es capaz de afectar notablemente la actividad cerebral y los patrones cognitivos, así como las funciones vegetativas (frecuencia cardiaca, ritmo respiratorio, etcétera). Por ello, la musicoterapia se emplea también para crear ambientes agradables y tranquilizadores en zonas de trabajo, oficinas diversas, salas de espera en hospitales, entre otros.

Con musicoterapia se puede regular el estado de ánimo de una persona, generalmente buscando la calma y la tranquilidad.

Terapias complementarias

En el CEI, la musicoterapia se la combina con otras terapias, tales como hortiterapia, hidroterapia, estimulación temprana, equinoterapia, bailoterapia, etcétera. Es un servicio que cuenta con opciones de transporte gratuito.

El Dr. Mauricio Barcos, director del CIE, dice que reciben a niños desde los 18 meses de edad hasta adultos mayores y personas que por accidentes presentan discapacidad.

“Cuando los padres detectan que su niño no tiene un adecuado desarrollo o en la consulta pediátrica se diagnostican trastornos neurológicos, acuden a nosotros. Por eso es importante que exista la cultura de llevar al niño al pediatra, para detectar a tiempo si existe algún problema”, indica.

Sea que lleguen con un diagnóstico confirmado o vayan por una evaluación, el proceso empieza inscribiendo al paciente para luego hacerle la valoración médica y psicológica.

Barcos explica que todas las terapias son complementarias. Si un niño presenta hiperactividad, se lo enviará primero a la terapia deportiva para que desfogue un poco de energía. Por medio de la musicoterapia se puede relajar o estimular al paciente y esta se complementa con la equinoterapia, que ayuda mucho a las personas con trastornos de conducta o con limitación de movimiento.

“Recibimos a personas desde los 18 meses de edad, que se inician con estimulación temprana; cuando ya comienzan a caminar se las pasa a las barras paralelas y luego, para que adquieran tono y fuerza muscular, las mandamos a hidroterapia. Las pasamos después a bailoterapia con los padres para la inclusión social y terminamos con deportes cuando ya están prácticamente funcionales”, refiere.

Los grupos se conforman de manera homogénea, buscando patologías parecidas, con edades similares tanto mentales como físicas y cronológicas.

El director del CIE señala que la inclusión familiar es muy importante. “Nosotros no hacemos milagros. Los milagros los hacen los familiares, por el grado de compromiso, de atención y cuidados que le brindan al niño o al adulto que presenta esta condición; si se interesan en él, si lo sacan, lo muestran y lo integran”.

Especialistas

El profesor jubilado Vicente Riofrío Terán, quien tiene un hijo con trastornos del espectro autista, plantea que debido a la necesidad existente se debería crear una escuela de musicoterapia en nuestro medio para preparar a futuros musicoterapeutas, pues son muchas las personas que requieren este tipo de especialistas.

Señala Riofrío en el caso concreto del CIE: “Se puede apreciar el esfuerzo de nuestros jóvenes músicos, que con el soporte de voluntarios de centros norteamericanos han diseñado espacios de mejora conductual duradera para niños con diversas discapacidades. Pero se requiere de una institución académica en nuestro sistema educativo, de interés nacional, en salud integral”.

En la web: centrointegralequinoterapia.org

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