Susan Amat: Aprenda, resuelva, fracase y triunfe
Susan Amat visitó Guayaquil por el eDay de la Cámara de Comercio.
¿Cuál fue su último fracaso? ¿Cómo reaccionó ante esa situación? ¿Ya está trabajando en algo nuevo? Las respuestas a estas preguntas podrían determinar si usted tiene madera de emprendedor o no, de acuerdo con Susan Amat, CEO de Venture Hive, compañía que trabaja para impulsar nuevas iniciativas empresariales en el mundo.
Susan aclara que no todas las personas deberían (o nacieron para) emprender y que es importante reconocerlo, aceptarlo.
Sin embargo, dice, la sociedad, la escuela y las familias juegan un rol fundamental sobre niños y adolescentes, en este entrenamiento. Sin saberlo, comenta, les enseñan a temer al fracaso. “Cuando están en la escuela siempre hay una respuesta correcta y una incorrecta. Y en realidad, hay 500 respuestas potencialmente correctas e incorrectas para muchas, muchas cosas”, subraya. “Pero cuando a los estudiantes les enseñan que solo puede ser sí o no, y que el fracaso es malo y no los impulsan a probar cosas y a evaluar el resultado, siempre temerán al fracaso”.
Por el contrario, expresa, la motivación en los niños y adolescentes debería ser convertirse en solucionadores de problemas. “Si la sociedad tuviera varias personas que deciden que quieren hacer un cambio y lo hicieran, el mundo cambiaría automáticamente. El mundo no necesita personas que se quejen y que señalen lo que está mal, necesita personas que digan: “¡Yo arreglaré eso” y que luego hagan el trabajo difícil y lo arreglen”.
Susan hace estas afirmaciones también desde su punto de vista como educadora. Por años, relata, tuvo a padres que llegaban a su oficina para contarle que sus hijos no querían hacer una maestría, sino iniciar un negocio. Ella siempre les respondía que lo dejaran intentarlo. “Cuando estás creando algo, aprendes más sobre ti que en cualquier otra situación. Si las cosas se ponen difíciles y renuncias, entonces sabes que no deberías ser un emprendedor, pero cuando las cosas se dificultan e intentas algo todavía más difícil, entonces muestras la clase de persona que eres”.
Admitir lo que no se sabe
Muchos negocios fracasan, dice Susan, porque a sus directivos no les gusta admitir lo que no saben, y se escudan en su experiencia. “A veces, los adultos han sido entrenados para mostrar confianza y creen que no entender algo es una debilidad (...). Pero aun si eres un experto en tu área debes aprender constantemente”, enfatiza. Esta es una característica muy diferente en los niños, pues ellos muestran humildad, escuchan y tienen muchas ganas de aprender. “Nuestros estudiantes están felices de admitir cuando no saben algo y harán la investigación, encontrarán la respuesta y la aprenderán. Muchos de los problemas que tenemos que solucionar en los adultos, los habríamos arreglado con ellos cuando eran adolescentes”.
Listos para el cambio
Aun cuando se tenga éxito, todo volverá a cambiar, incluso la idea original del proyecto. “Hay que estar cómodo con eso, saber en tu corazón que todo estará bien y no olvidar quién eres en el proceso de construir tu negocio”. (I)