Vacaciones en casa ¿Qué hacer?

Días libres que pueden convertirse en un periodo para cambiar de actividades.

Del 30 de septiembre al 13 de octubre del 2013, los estudiantes del régimen Costa que estarán de vacaciones querrán dormir hasta tarde y no hacer nada el resto del día, o dedicarse solamente a lo que les atrae.

Sería ideal que los papás y las mamás que trabajan pudieran hacer coincidir sus vacaciones en el mismo periodo para compartir viajes u otras actividades en familia, pero como esto no es posible para todos, los padres de familia que trabajan fuera del hogar y no cuentan con tiempo libre para pasar con sus hijos podrían estar preguntándose y ahora, ¿qué hago con estos muchachos en casa?

Margarita Toral de Martínez, psicoterapeuta de familia y de pareja, propone algunas ideas, como por ejemplo, ponerse de acuerdo con otras mamás, entre cuatro o más; si cada una pide permiso sin sueldo un día de estas dos semanas, podrían organizarse y que sus hijos hagan cualquier actividad deportiva, una visita a algún centro de interés o también que se reúnan en una de las casas para hacer algún trabajo en equipo, con supervisión. Ahí tendrían como mínimo cuatro días ocupados, dos martes y dos jueves, por ejemplo.

Otra opción es aprovechar la oportunidad para que los chicos valoren el trabajo que se hace en casa y que no siempre es percibido; esto se logra haciendo que ellos participen en los quehaceres y vean lo importante que es que cada uno colabore con lo que pueda, pues la casa es de todos y la responsabilidad tiene que ser compartida. Darles tareas que sean formativas y que les mantengan ocupados, como arreglar sus cuartos, ordenar el librero, limpiar los vidrios, etcétera.

Cada uno conoce a su hijo o hija y sabe qué puede encargarle de acuerdo con su edad y su grado de responsabilidad. Sin embargo, los hijos suelen sorprendernos cuando les demostramos que confiamos en ellos.

Esos días de vacaciones son una gran oportunidad para leer. Vaya con sus hijos a una librería y escojan juntos el o los libros que a ellos les interesen y que a usted le parezcan adecuados. Forme un “club de libro” para que cada noche o cada tres noches sus hijos le cuenten lo que han leído, coméntenlo juntos, haciéndoles ver lo agradable e interesante que es leer, que uno puede llevar el libro a cualquier parte y este convertirse en un compañero del cual se puede aprender mucho. Podrían compartir o intercambiar libros con sus primos o compañeros.

La psicopedagoga Miriam Muñoz de Pazmiño sugiere permitirles a los hijos que duerman un poco más, ya que los exámenes han sido estresantes para los chicos por la nueva forma de evaluación; ahora es sobre 10 puntos, con decimales y muchas variantes en la forma de calificar. Además, como los papás en estos días no estarán dedicados a revisar deberes o lecciones ni tendrán que levantarse muy temprano para alistar loncheras, podrán relajarse y con un poco de creatividad preparar actividades que los ayuden a compartir y a comunicarse, como por ejemplo, comprar películas para que sus hijos vean y por la noche comentarlas. Armar rompecabezas, jugar monopolio u otros juegos interactivos.

Con la colaboración de tíos, abuelos y primos se pueden realizar actividades en familia, como paseos, una comida de campo, una salida al cine, etcétera.

Los chicos también podrán aportar ideas, y si son muchas las actividades por hacer, se deberá armar un cronograma por días e indicar quién estará a cargo.

Al final de la jornada de trabajo, los padres conversarán con sus hijos sobre los logros o dificultades de la actividad realizada.

En definitiva, toda la familia tiene que prepararse para sacarles el mayor provecho posible a las vacaciones quinquemestrales.