Consumo de los berries

Los antioxidantes que contienen estas frutas ayudan a limpiar las vías urinarias y a eliminar toxinas del hígado y la sangre.

Los arándanos, vacinios y las anavias proporcionan un refuerzo como antioxidante contra la infección urinaria. Un 70% de las mujeres ecuatorianas la ha experimentado por lo menos una vez en su vida, y en los varones una de las causas de esta puede ser la próstata inflamada al frenar el flujo de orina.

Las personas de la tercera edad también se ven afectadas por una disminución del sistema nervioso, que les impide controlar la vejiga a voluntad. De hecho en algunos casos severos han sido provocadas por la Escherichia coli, bacteria, que normalmente vive en el intestino.

Entre los síntomas comunes para identificar una infección urinaria tenemos: necesidad urgente de orinar, picazón en la uretra al orinar (varones), enrojecimiento de la vulva y picor vaginal (mujeres), dolor al orinar, fiebre con escalofríos, sangre en la orina, entre otros.

Investigaciones realizadas en la Universidad de Harvard sobre los “berries” han revelado que estas frutas desarrollan un poder antiadherente que evita que las bacterias se proliferen en las vías urinarias y les causen infecciones.

Se las conoce también como “frutas de bosques” y difieren de color. Las rojas son los cranberries y las azules los blueberries. Ej.: grosellas, fresas o cranberry y frambuesas o raspberry, entre otras.

La función antioxidante de los berries retrasa el envejecimiento celular, ya que contienen vitaminas B y C, potasio, magnesio, calcio, ácido fólico... Asimismo, eliminan las toxinas del hígado y la sangre, y limpian las vías urinarias.

Por último, apoyan a combatir la anemia, actúan como laxante y son un diurético natural por su uso antiinflamatorio, cuya duración de vida media es de ocho horas. Como profilaxis se recomienda ingerir los berries, por la mañana y por la noche, durante uno a tres meses.