Cuando el corazón trabaja más

Consumir en exceso bebidas energizantes puede causar problemas en el aparato cardiovascular. Tenga cuidado.

Cuando alguien está sin ánimo, agotado, se duerme y piensa que necesita energía, lo primero que hace es recurrir a una bebida energizante por recomendación de otras personas.

Hace más de dos décadas las indicaciones de su uso eran exclusivamente para mantener activo el sistema nervioso. La bebían los camioneros que tenían que manejar largas horas para que el sueño no los venciera o los estudiantes que querían permanecer despiertos en tiempos de exámenes.

Pero ahora, dice el doctor Tyron Flores, fisiatra y deportólogo, emplean el energizante para realizar actividades deportivas o sociales. Incluso, hay mucha gente en la comunidad que lo confunde pensando que es un hidratante cuando son dos bebidas diferentes.

“Un hidratante contiene electrolitos, como cloro, sodio y potasio e incluso glucosa, y sirve para que la persona se recupere cuando pierde líquido mediante el sudor, la fiebre o una deshidratación. El energizante, en cambio, es un derivado de las anfetaminas que estimulan el sistema nervioso central y dañan la actividad cardiaca”.

Además, agrega Flores, ciertos consumidores beben el energizante cuando están de farra en las discotecas y suelen mezclarlo con alcohol para potencializar la acción. Generalmente se ponen eufóricos, agresivos e irritables, y al día siguiente solo quieren estar acostados porque han hecho trabajar mucho al aparato cardiovascular.

Sustancias que la componen

El cardiólogo y deportólogo Richard Salmon explica que las bebidas energizantes están compuestas principalmente por cafeína, taurina, vitaminas y otras sustancias naturales orgánicas que eliminan la sensación de agotamiento de la persona que las ingiere.

La cafeína, por ejemplo, es un estimulante del sistema nervioso, facilita la actividad intelectual y creatividad e incrementa los niveles de adrenalina y noradrenalina, las cuales estimulan al sistema cardiovascular.

Según la Asociación Americana del Corazón, una bebida energética contiene la misma cantidad de cafeína que dos tazas de café, aunque algunas marcas de energizantes pueden contener más. La cafeína se la encuentra en chocolates, café, hojas de té, bebidas gaseosas, entre otras.

En lo que se refiere a la taurina, explica Salmon, es una sustancia que existe en nuestro cuerpo en algunos órganos. Se la emplea en dosis adecuadas en algunas dolencias. En el área cardiovascular, para mejorar la contracción cardiaca. Pero si la dosis no es la correcta, puede llevar a una falla cardiaca.

“La acción de la cafeína en dosis elevadas produce alteraciones en el pulso y la presión arterial; y si la persona que la consume no sabe que sufre de arritmias o de hipertensión arterial, puede ser fatal. De igual forma, un hipertenso que tome taurina va a hacer muy difícil su control y las complicaciones de la presión alta se adelantarán”.

Salmon asegura que el consumo moderado de energizante no causaría problemas en un individuo sano, mientras que Flores explica que lo pueden tomar de manera moderada y de vez en cuando, ya que si lo ingieren a diario van a sufrir de adicción, igual que aquellos que tienen el hábito de tomar café mañana, tarde y noche y les duele la cabeza o no pueden dormir si un día no lo beben.

Bebida de moda

Para Flores, tomar energizantes está de moda, porque tiene muy buen sabor cuando están muy frescos o helados. “Son sponsors de las principales actividades deportivas del mundo, pero lo que no saben es que para nosotros, los médicos deportólogos, no nos interesa el marketing, sino la vida de los deportistas”.

Según la Fundación Mayo para la Educación e Investigación Médica, a fines del 2009, cien científicos y médicos firmaron una petición que se entregó a la FDA (Administración de Alimentos y Fármacos de EE.UU.) en la que se pedía mayor regulación de las bebidas energéticas cada vez más populares debido a su alto contenido de cafeína, por poner a los bebedores jóvenes en posible riesgo de intoxicación por ella y las tasas más altas de alcohol relacionadas con lesiones.

Flores asegura, incluso, que ha observado a algunos padres de familia darles de beber energizantes a los niños, y no saben el daño que les están haciendo. Por eso, los pequeños están irritables. Es como si le dieran café muy temprano: sufren de taquicardia (palpitaciones) y aparte el sistema nervioso hace trabajar más al corazón.

Lo fundamental, dice Flores, es que la persona cuide su salud para que no necesite de las bebidas energizantes. Para ello debe hacer ejercicio regularmente, descansar lo suficiente, alimentarse equilibradamente con verduras, granos enteros, proteínas bajas en grasa y productos lácteos, además de hidratarse bien con agua. Eso es suficiente para aumentar naturalmente el nivel de energía.