Cuidado, aire acondicionado
Las personas que están en ambientes de sequedad y frío extremo pueden sufrir mayores infecciones respiratorias.
En ambientes tan calurosos y húmedos como el nuestro, el aire acondicionado, más que un lujo, se transforma en una necesidad. Sin embargo, los médicos sugieren usarlo racionalmente, con filtros renovados y el mantenimiento oportuno para que no cause algún trastorno en la salud.
Según el alergólogo pediatra Manuel Viteri Acaiturri, las personas que padecen afecciones respiratorias crónicas sobre todo mal controladas y aquellos en edades extremas –bebés y ancianos– pueden sufrir efectos negativos en su salud por el mal uso del acondicionamiento del aire. Esto por tres razones: Frío excesivo, por la sequedad del ambiente y porque no se ha dado mantenimiento al aparato.
Incluso, las personas alérgicas o con otras enfermedades crónicas del pulmón, agrega, son quienes sufren más cuando su enfermedad no está correctamente tratada, pues los cambios bruscos de temperatura pueden desencadenar síntomas marcados en ellos y la sequedad extrema del ambiente inducir más inflamación.
En general, dice, en todas las personas las condiciones de sequedad y frío extremo pueden inducir modificaciones en la superficie de la vía respiratoria, que conllevan a mayor susceptibilidad a infecciones respiratorias.
“La barrera normal de protección que significan las mucosas se altera por esos cambios y el resultado es mayor probabilidad de siembra de gérmenes. De igual manera, otras mucosas como la conjuntiva en el ojo, puede resecarse y causar molestias. Sobre todo en quienes usan lentes de contacto”.
Tratamiento
El mantenimiento adecuado de los aparatos acondicionadores de aire, explica Viteri, debería estar garantizado para disminuir probables impactos negativos en la salud. Del mismo modo, el correcto tratamiento de enfermedades alérgicas hace que estas personas toleren sin mayores problemas la estancia en ambientes enfriados de este modo.
Es importante, agrega, evitar las temperaturas extremas manteniendo las habitaciones dentro de la zona de confort (22 – 25 grados centígrados) debería ser una constante a seguir.
También, dice Sancho, en las personas sensibles se puede contrarrestar los efectos del aire acondicionado con el uso de humidificadores, lavados nasales con soluciones salinas, aplicación de cremas hidratantes frecuentemente.
Incluso, en las oficinas donde hay alfombras y la central de aire acondicionado recibe muy poco mantenimiento hay que ser más escrupuloso en la limpieza de estas unidades para disminuir los riesgos de alergias. Posiblemente los ductos estén llenos de polvo, de ácaros, otros insectos muertos, moho, pelos, restos epiteliales. Estos componentes favorecen la aparición de enfermedad alérgica de la vía respiratoria.
Es recomendable mantenerse en un ambiente de aire acondicionado eficientemente mantenido cada tres meses, cambiar los filtros y de ser posible con flujo laminar categoría hospitalaria, esto permite un ambiente cómodo y no afecta a la salud. (S.M.)
Acumulación de polvo
Más allá del efecto del frío y la sequedad, el mal mantenimiento de los acondicionadores de aire puede causar problemas, según el doctor Manuel Viteri. “La acumulación de polvo y la contaminación con moho son factores que causan síntomas en los pacientes alérgicos”.
Potencialmente peligroso
La posibilidad de transmisión de bacterias y otros microorganismos por vía de conductos de acondicionadores de aire es una causa de transmisión de enfermedades. “Por eso se ha acuñado el término Síndrome del Edificio Enfermo”, según Viteri.