Dieta paleolítica

06 de Julio de 2014

Consumir alimentos naturales como lo hacían los hombres de la Edad de Piedra  es clave para estar saludables.

Comer como lo hacían los hombres de las cavernas en el periodo Paleolítico o Edad de Piedra, hace casi 2,5 millones de años,  es lo que en la actualidad algunas personas experimentan.

Esta dieta consiste en consumir alimentos que se supone que han estado a disposición de los seres humanos antes del establecimiento de la agricultura hace unos 10.000 años.

Según la médica nutrióloga y estética Lorena Miranda Párraga, la dieta paleo se basa en el consumo de alimentos como verduras, frutas, carne, pescado, frutos secos, semillas, aceites, especias, hierbas  y, en menores cantidades, tubérculos. Además, excluye el azúcar, los lácteos y granos procesados como harina, trigo, maíz, cereales, pasta.

En el 2009,  el doctor David C. Klonoff, director médico del Instituto de Investigación de la Diabetes en los Servicios de Salud Mills-Peninsula,  ya hacía referencia al informe Jönsson y sus colegas. Este indicaba los beneficios potenciales de una dieta paleolítica para los pacientes con diabetes tipo 2, ya que mejoraban el control glucémico y varios factores de riesgo cardiovascular.

Incluso, mencionaba, tales estudios apoyaban la conclusión de que una dieta paleolítica prevenía la obesidad y el síndrome metabólico. Sin embargo, carecía de calcio, por lo que debía ser complementada para evitar la pérdida de este mineral óseo.

Miranda considera que este régimen prioriza el consumo de proteínas lo que aporta, rápidamente, una sensación de saciedad. Agrega que comer grasas de buena calidad ayuda a evitar las enfermedades cardiovasculares. También es apropiada para personas que tengan sensibilidad al trigo, gluten o la leche, pero además con esta dieta pueden corregirse problemas de salud y se puede perder peso.

No obstante,  agrega, existe el riesgo de que al consumir excesivamente proteínas de origen animal el organismo no pueda reservarlas y, al no poderlas almacenar, las elimina por el riñón lo que lleva a que este órgano trabaje demasiado y, a la larga, se puede ver perjudicado.  Asimismo, al no ser una dieta equilibrada puede generar carencias y déficit nutricionales,   por ejemplo, un déficit de vitamina D a corto plazo.

“La dieta paleolítica, por su monotonía, hace que sea poco factible seguirla a largo plazo. Por eso es importante consultar con un médico antes de empezar el régimen, sobre todo porque exige  mucha disciplina y control. Los resultados pueden observarse en las primeras semanas con el riesgo de que se recuperen, en un corto periodo, las libras perdidas”, asegura Miranda.

Más que una dieta

Para Klonoff, todas las poblaciones parecen desarrollar enfermedades de la civilización si consumen alimentos occidentales y tienen estilos de vida sedentarios. Por tanto, parece prudente que los seres humanos de hoy en día recuerden su herencia evolutiva y aumenten el consumo de frutas y verduras y disminuyan la ingesta de grasas animales y granos domesticados. “La dieta paleolítica podría ser el mejor antídoto para la dieta occidental no saludable”, asegura.

Según la chef Claudia Lascano Pita, de Libex Real Food, la dieta paleolítica, más que una dieta es un estilo de vida. Los niños y adolecentes son los primeros que deberían cambiar su alimentación para crecer saludables, así se evitarán enfermedades a corto y largo plazo. “Este tipo de alimentación sube el sistema inmunológico, da mayor energía, desaparecen el acné, las alergias, la acidez, entre otros”.

Además, explica que la paleo es comer de la forma más natural y pura. De la manera que el cuerpo está diseñado para asimilar. Así trabaja sin esfuerzo y le da los nutrientes, minerales y vitaminas necesarios. “Para preparar esta dieta se utilizan grasas buenas como el ghee (mantequilla clarificada), aceite de coco, manteca de cerdo, sal marina, especies naturales, productos frescos, frutos secos, vegetales, semillas y frutas” .

Lo más importante para empezar a hacerla, asegura Lascano, es dejar el azúcar refinada y los alimentos procesados, que son los más dañinos para el cuerpo y no aportan ningún tipo de nutrientes. “Lo ideal es dejarlos por bloques cada semana, así no es tan difícil. La primera semana el azúcar y los alimentos procesados; la segunda, los granos; la tercera, los carbohidratos malos; y la cuarta, los lácteos. Esto hay que reemplazarlos por otros alimentos que sí benefician y que el cuerpo está diseñado para asimilarlos”, asegura. (S.M.)

 

Menú paleo para un día

Desayuno:
4 claras de huevos
1 taza de espinaca
1 cucharadita de albahaca
1/ 2 unidad de aguacate
Fruta:
2 naranjas
1 rodaja de piña

Media mañana:
1 puñado de nueces

Almuerzo:
Pollo con vegetales:
1 pechuga de pollo
1/2 pimiento rojo
1/2 pimiento amarillo
1/2 taza de zuquini
1 taza de champiñones
2 cucharadas de apio
Postre: 2 manzanas al horno

Media tarde:
1 lata pequeña de atún con tomate y brotes de soja

Cena:
2 filetes de pescado a las finas hierbas
Ensalada:
2 tazas de lechuga romana
1 taza de vainitas
1 taza de palmitos
1 taza de tomate cherry
Aderezo: aceite de oliva, sal, orégano, vinagre

Fuente: Dieta elaborada por Lorena Miranda Párraga, médica nutrióloga y estética. Telf.: 238-4182.

 

Adaptada genéticamente

La dieta paleolítica fue popularizada por el gastroenterólogo Walter L. Voegtlin en los años setenta. Se basa en la premisa de que los seres humanos actuales están adaptados genéticamente a la dieta de sus antepasados del paleolítico.

Cafetería y a domicilio

En Samborondón y en Guayaquil hay dos empresas que elaboran el régimen paleo: la cafetería Libex Real Food, ubicada en Ambrose Crossfit, en Mall del Sol, y Culture, en Samborondón (km 2,5); y la POD- Paleo of Day que la elabora y ofrece a domicilio. Telf: 099-183-6578.

 

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