El enemigo del corazón
Poco antes del Día Mundial Sin Tabaco, la OMS resalta el nexo entre el cigarrillo y las enfermedades cardiovasculares, que son la principal causa de muerte en el mundo.
Se suele pensar que, al fumar, el primer órgano que se afecta es el pulmón. Pero las primeras en hacer aparición son las enfermedades cardiovasculares, después el cáncer y luego las enfermedades pulmonares.
Uno de los grupos que fuman cada vez más son las mujeres jóvenes, a pesar de que su estructura es diferente al varón, advierte el neumólogo Iván Chérrez. “Los bronquios de la mujer, al ser de menor tamaño, implican un riesgo mayor de afectación pulmonar”.
La Sociedad Sudamericana de Cardiología (SSC) informa que el 16% de la población adulta en Ecuador (1,4 millones de personas) tiene alguna enfermedad del corazón, y más de 199 mil ecuatorianos tienen insuficiencia cardiaca. Sin el acompañamiento médico o el tratamiento adecuado, 1 de 2 de estos pacientes morirá en los 5 años siguientes al diagnóstico.
Los factores de riesgo más comunes de las enfermedades cardiovasculares empiezan por el historial familiar, el origen étnico y la edad. A ellos se suman los factores prevenibles, asociados a los estilos de vida: la exposición al tabaco es uno de los principales, sumado a la hipertensión, el colesterol alto, el sobrepeso u obesidad, la falta de actividad física, la diabetes, la dieta no saludable y el consumo excesivo de alcohol.
Alerta para los jóvenes
Incluso quienes fuman menos de cinco cigarrillos al día pueden mostrar señales de enfermedad cardiovascular temprana (en Ecuador, el promedio nacional de cigarrillos al día era 2,5 hasta 2014, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos). El riesgo aumenta con el número de cigarrillos diarios, y cuando se fuma por muchos años (alrededor del 60% de los fumadores en el país lo han sido por más de 10 años).
Preferir cigarrillos con niveles más bajos de alquitrán o nicotina no reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular, aclaran los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades de los Estados Unidos. Los químicos inflaman las células del interior de los vasos sanguíneos. Estos se endurecen y estrechan, en la enfermedad conocida como aterosclerosis. El tabaco aumenta la formación de placa en las paredes de las arterias.
Estos químicos también espesan la sangre y favorecen los coágulos en las venas y arterias, lo que lleva a la enfermedad coronaria y puede conducir a un infarto. La muerte por infarto es más alta entre los fumadores que entre exfumadores o personas que nunca han fumado. También es la causa más común y prevenible de la enfermedad arterial periférica, que reduce la circulación en brazos, manos, piernas y pies.
Además, indican los CDC, se ha notado estrechamiento temprano de la aorta abdominal en jóvenes adultos que fumaron de adolescentes. Esta arteria lleva sangre rica en oxígeno por todo el cuerpo. Cuando se debilita, puede conducir a un aneurisma. Casi todas las muertes por la ruptura del aneurisma de la aorta abdominal son a causa de fumar, y las mujeres tienen un riesgo mayor al de los hombres.
La epidemia global de tabaquismo mata más de 7 millones de personas cada año, y de ellos, 900 mil son no fumadores afectados por el humo de segunda mano.
Un día para crear conciencia
Cada 31 de mayo, la Organización Mundial de la Salud y sus afiliadas resaltan el Día Mundial Sin Tabaco, que este año se enfoca en aumentar la alerta sobre la relación entre el cigarrillo y las enfermedades cardiovasculares, y buscar medidas y acciones alcanzables para los gobiernos y para el público.
Entre sus prioridades está monitorear las políticas de uso y prevención del tabaco, crear espacios públicos interiores, áreas de trabajo y medios de transporte público libres de humo de cigarrillo, ayuda a quienes quieren dejar el hábito, advertir de los peligros a través del diseño en el empaque y de campañas mediáticas masivas, reforzar las prohibiciones en la publicidad y elevar los impuestos en productos derivados del
tabaco.
Electrónico no es mejor
Los cigarrillos electrónicos son el motivo de debate. No son libres de emisiones y contienen químicos potencialmente tóxicos. Puede que incluso eleven el riesgo de ciertos cánceres y de la enfermedad cardiaca, de acuerdo a un equipo de la Universidad de Nueva York que estudió los efectos del vapor del cigarrillo electrónico en células de ratones y humanas. La nicotina inhalada podría convertirse en sustancias que dañen el ADN en el corazón, pulmones y vejiga, y apaguen los mecanismos de reparación genética del cuerpo.
La Universidad de California en San Francisco, por su parte, publicó este año durante la reunión anual de la Sociedad para la Investigación de Nicotina y Tabaco una investigación que concluye que el uso diario de estos dispositivos se asocia con un doble de probabilidades de un ataque cardiaco, mientras que el cigarrillo tradicional las triplica. Pero juntos, conducen a cinco veces mayor riesgo de infarto en los que usan cigarrillos electrónicos y convencionales todos los días.
RESULTADOS INMEDIATOS
Lo mejor que el fumador puede hacer por su corazón, dicen los CDC y Asociación Estadounidense del Corazón, es dejar el cigarrillo por completo. Los riesgos de enfermedad cardiovascular se reducen inmediatamente.
A MEDIANO PLAZO
Al año de dejar de fumar, la probabilidad de un ataque cardiaco baja dramáticamente; quien ha tenido un infarto aminora el riesgo de tener otro. Luego de cinco años, el peligro de infarto se equipara con el de una persona que nunca ha fumado.