La vida útil del lente de contacto
No está diseñado para reemplazar a los anteojos, sino para alternarse con ellos y facilitar actividades especiales, como las recreativas y deportivas.
El desaseo y el abuso del tiempo recomendado para el uso del lente son las principales causas de las molestias e infecciones en quienes los utilizan. En esto se incluye el empleo inadecuado de soluciones para limpieza.
“Por ejemplo, se recurre al suero fisiológico, que no es recomendable excepto en caso de emergencia”, explica Paolo César Samán, optómetra y diplomado en cuidado primario ocular.
Las proteínas de la lágrima son la primera defensa del ojo, pero al dejar de cumplir su función se adhieren al lente. Lo mismo ocurre con otro componente, los lípidos. De acuerdo al optómetra Jimmy Macías es importante remover estos depósitos de los lentes para no interferir con el flujo de oxígeno, evitar infecciones y mantener altos niveles de visión y salud ocular.
No se puede desestimar la necesidad de lavarse las manos antes de colocar y de quitar los auxiliares del ojo y los estuches donde se guardan. “Estos últimos tienen que lavarse, al igual que los lentes, dos veces por semana; así mismo, es indispensable esterilizarlos (como se hace con los biberones) por lo mínimo una vez cada 15 días”.
Otra falta común es reutilizar el líquido en el que reposan los lentes. Por ahorrar la solución, el usuario deja pasar dos o tres noches sin cambiarla. “Es el equivalente de bañarse en una tina sucia dos o tres veces”, dice Samán.
Uso limitado
Entre los lentes de contacto blandos, los más populares, está el desechable, que tiene un día de vida útil, y los de reemplazo programado (quincenales y mensuales). “Por lo general, el paciente usa el quincenal hasta un mes, y el mensual de 45 a 60 días”, indica Samán. A partir de entonces la contaminación es mucho más probable.
En cuanto a los lentes blandos convencionales o permanentes, que se reemplazan al año, están en desuso. “El material no permite el paso de oxígeno de la misma manera que los descartables”.
En el mejor de los casos, el ojo tolera el dispositivo hasta 8 horas durante el día. Solo hay un tipo de lente (de hidrogel) que es de uso extendido, que puede permanecer día y noche a lo largo de una semana o un mes, para comodidad del usuario. “Pero no es necesario”, considera Samán, para quien es preferible dejar descansar y oxigenar al ojo, alternando con gafas después de las 8 horas de estudio o trabajo.
Cuándo no utilizarlos
Quienes presentan terigios (carnosidades en la esclera) o tienen problemas con la calidad de la lágrima deberían evitar los lentes de contacto o reducirlos a un par de horas, con la ayuda de lágrimas artificiales.
Los niños y las personas que por cuestiones de mobilidad no pueden manipular los lentes por sí solos pueden usar estos auxiliares, siempre y cuando los familiares se hagan cargo de la colocación y la limpieza. (I)
El 80% de todas las causas de impedimentos visuales son prevenibles y curables (plan global de acción de la OMS).
En caso de accidentes
Si usted no puede quitarse el lente de contacto, lo inmediato es utilizar gotas humectantes hasta que pueda llegar hasta el oftalmólogo, quien lo ayudará con la extracción y lo guiará hacia el tratamiento indicado.
Si se lastima el ojo sin el lente de contacto, el optómetra o el oftalmólogo pueden utilizar un lente de poca medida o sin ella como una barrera o vendaje de emergencia, para proteger la córnea durante el parpadeo.
Si se lastima porque el lente se rompió durante un mal manejo, necesita acudir lo más pronto a un profesional de salud visual para que retire los fragmentos.
LIMPIEZA MINUCIOSA
La inclusión de un paso de ‘frote y enjuague’ durante la limpieza de los lentes, la reducción al mínimo de contacto con el agua mientras se estén usando, y el reemplazo frecuente del estuche pueden ayudar a reducir el riesgo de infección.
creencia y realidad
Es común el temor a adquirir hongos a través de los lentes de contacto, lo cual es muy raro, según los especialistas. Son más usuales las infecciones por lentes cosméticos, que requieren el mismo cuidado de aquellos con medida.