Listos para clases

El rendimiento escolar está ligado con el buen estado de salud de los niños. Llevarlos al pediatra para que  indique qué hacer es necesario. Aquí algunas sugerencias.

Médico en la escuela

Es importante que el padre de familia converse con el médico escolar cuando el niño tiene antecedentes de alergia o alguna enfermedad latente (diabético, asmático, cardiopatía congénita) que se pueda precipitar en forma brusca con la finalidad de que lo pueda ayudar y darle los primeros auxilios en ese momento.

Informar a los maestros

Si los niños fueron intervenidos quirúrgicamente (por ejemplo, apendicitis) es importante comunicarle a los maestros que no pueden realizar actividad física de dos a tres meses.

Transporte escolar

Debe ser seguro y las personas que conducen no pueden andar por encima de las velocidades permitidas, ya que esto genera estrés y miedo en el niño y puede ocurrir accidentes que con la debida precaución se evitan. Por lo tanto, es importante que se realice una evaluación del temperamento del conductor y los tiempos de acuerdo con las distancias.

Chequeo médico

Sirve para verificar si los oídos, nariz y garganta están sanos. Si algo anda mal se le dará el tratamiento respectivo. También es importante determinar su estado nutricional, especialmente su peso y talla, ya que estos datos son importantes para ciertos deportes como básquet, atletismo, ajedrez, entre otros.

Actividades de salud

En las escuelas es importante que no tengan acumulaciones de agua y si ocurre, como en el caso de las piscinas, deben estar bien tratadas, ya que estas favorecen  a las enfermedades como el dengue y paludismo. También es importante revisar los bebederos de agua y las duchas, ya que deben tener filtros purificadores, por lo menos con la finalidad de evitar enfermedades diarreicas y contaminación.

Exámenes de laboratorio

Es importante someterlos a pruebas rutinarias de sangre, heces y orina que, junto con el chequeo médico, indicará el estado de salud del niño.  Con el de sangre se determina si tiene anemia o alguna infección que no favorezca la progresión en sus estudios (los niños anémicos se duermen en clases). Con el de orina, si existe infección urinaria, que se manifiesta en el paciente con ganas de ir al baño muy a menudo y con el de heces, si tiene parásitos, que son causas frecuentes de presentar molestias abdominales, irritabilidad, diarreas, entre otros, o si sufre de estreñimiento. Son factores que modifican su conducta en las horas en que se dedica a los estudios.

Vacunas

Todos los niños están expuestos a enfermarse y más cuando entran a la escuela y se encuentran  aglomerados. Por ello deben estar vacunados y con sus respectivos refuerzos y que estén al día.  Es la mejor manera de evitar infecciones como hepatitis, tifoidea, varicela, ciertos tipos de bronconeumonía, ya que se debe tener presente que las enfermedades infecciosas respiratorias y digestivas son las más frecuentes en nuestro medio y se transmiten fácilmente en ambientes cerrados como ocurre en las aulas escolares.

Fuente: Pediatra Félix Carrera Cedeño. Telfs.: (09) 918-5917, 239-7426.