Pólipos en la vesícula
Una pequeña tumoración de más de un centímetro dentro de la vesícula debe extirparse por seguridad. Entérese por qué.
Amelia, de 27 años, es de aquellas mujeres guayaquileñas que se dedican diariamente a trabajar en ventas. Un día estuvo a punto de desmayarse y pensó que era la dieta que estaba siguiendo para bajar de peso, pero no fue así.
“En realidad me preocupé y me sometí a exámenes de sangre, y todo estaba bien. El tiempo pasó y en la empresa donde trabajo me sometieron a una ecografía para ver si tenía hígado graso, resultó que estaba en el nivel uno, y dije tengo que cuidar mi alimentación”.
Sin embargo, recuerda, sus malestares continuaron y su mamá le sugirió que sacara una consulta médica en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Amelia hizo caso y cuando la sometieron a una ecografía abdominal le encontraron un pólipo de 1 cm de diámetro.
“El médico me dijo que tenía que sacarme la vesícula porque no era conveniente que tuviera un pólipo de ese tamaño, ya que en muchos casos pueden convertirse en malignos. Después programó mi cirugía, pero antes me sometí a otros exámenes, entre ellos, una nueva ecografía, y hallaron que tenía dos pólipos. Gracias a Dios fueron descubiertos a tiempo, me operaron por vía laparoscópica y en pocas horas me dieron el alta, solo tendré que guardar reposo por un mes y cuidarme en la alimentación por casi un año”, asegura Amelia.
Según el gastroenterólogo Ignacio Hanna Jairala, un pólipo es una formación que protruye desde la pared de la vesícula como si fuera una pequeña verruga. Habitualmente no produce síntomas y son hallazgos casuales de una ecografía abdominal, pero en casos excepcionales pueden producir dolor, sobre todo si han crecido demasiado.
AGENDA
Congreso Internacional de Endocrinología y Diabetes AECE 2014. Organizado por la Asociación de Endocrinólogos Clínicos del Ecuador. Disertarán médicos nacionales y extranjeros.
Fecha: Del 4 al 6 de julio.
Horarios: De 08:00 a 17:00.
Lugar: Hotel Sheraton en Guayaquil.
Informes: 099-908-8588, 099-403-4566.
Para el doctor Iván Nieto Orellana, jefe del Servicio de Gastroenterología en Solca, los pacientes que presentan síntomas sienten dolor en el lado derecho del abdomen, distensión y llenura. Además, las personas que tienen pólipos en otros sitios del cuerpo pueden estar más predispuestos a desarrollarlos en la vesícula.
Hasta el momento, menciona Hanna, no existen evidencias que respalden categóricamente la relación familiar con la aparición de pólipos vesiculares. “Esto es diferente en lo que respecta a pólipos que aparecen en otros órganos”.
Cuando una ecografía reporta una formación polipoide, agrega, hay que investigar de qué se trata, porque si estos cambian de posición quiere decir que son cálculos, ya que los pólipos siempre están fijos a la pared de la vesícula. También es importante determinar cuántos hay y cuál es el diámetro para tomar una decisión.
Otro método de diagnóstico para determinar si un pólipo es benigno o maligno es mediante una ecoendoscopia. Esta consiste en meter por la boca un tubo que contiene una cámara y que permite ver cuáles son las características que este tiene. El examen se lo hace dormido, sedado y en ayunas. Si se visualiza una alteración, se pide otro método de imagen llamado tomografía o resonancia antes de la cirugía.
Los pólipos, explica Hanna, suelen estar formados por el mismo tipo de tejido que tiene la vesícula, y que en ocasiones hay formaciones de colesterol con el aspecto de pólipos, pues técnicamente se habla de otra entidad con un comportamiento totalmente diferente.
Los cálculos de colesterol, dice Nieto, a veces se fijan en la pared de la vesícula y van creciendo, al ocurrir adoptan la forma de un pólipo y nunca terminan en algo malo. Incluso hay ciertos cálculos en la vesícula biliar que se adhieren a la pared de esta y durante la ecografía se confunden como si se tratara de un pólipo.
Cirugía necesaria
Según Hanna, el único tratamiento que existe para eliminar los pólipos es la extirpación de la vesícula (colecistectomía), que se debe realizar solo cuando está indicado.
Nieto explica que existe una clasificación que determina que los pólipos de más de un centímetro de diámetro se operan y cuando son menores de un centímetro la conducta es expectante, es decir, se los debe vigilar con ecografía cada seis meses y si estos aumentan de tamaño, habría que operar.
La cirugía es electiva por vía laparoscópica. Se hace una pequeña incisión, se introducen unos tubos y se saca la vesícula sin abrir. Pero si se observa que el paciente tiene un pólipo grande y las paredes engrosadas de la vesícula, que sospecha de un tumor, la conducta por seguir sería cirugía abierta.
Después de la intervención es importante enviar la vesícula a un estudio histológico para saber cuál es el resultado, porque en muchas ocasiones la cogen y la botan, pero eso no se hace, pues hay que ver los resultados para hacer seguimiento.
Los cuidados inmediatos luego de la cirugía, dice Hanna, son los propios de cualquier cirugía. Si esta se hace por vía laparoscópica, habitualmente en 48 horas el paciente vuelve a su casa y debe hacer algo de reposo. Sin embargo, a mediano o largo plazo no existe ninguna contraindicación en cuanto a actividades físicas o dieta como consecuencia de la extirpación de la vesícula. (S. M.)
Vesícula biliar
Tiene forma de pera, es reservorio de la bilis y ayuda a la digestión de las grasas porque tiene sales biliares. Por ejemplo, si alguien se come un bolón de chicharrón, la vesícula se contrae para ayudar a la digestión, es decir, a destruir las grasas consumidas.
Bilis
Contiene sobre todo colesterol, ácidos biliares (también llamados sales biliares) y bilirrubina (un producto de la descomposición de los glóbulos rojos). También contiene, igualmente, agua, sales corporales (potasio y sodio), cobre y otros metales.
Vesícula de ‘porcelana’
Es la afección en la que la pared de la vesícula biliar se cubre con depósitos de calcio. Algunas veces ocurre después de una inflamación de la vesícula biliar de larga duración (colecistitis) que puede ser causada por cálculos biliares, según http://www.cancer.org/espanol.