Riesgos de la cirugía plástica
La desinformación de los pacientes aumenta los peligros a los que se enfrentan quienes desean mejorar su apariencia física.
Aunque esté bien tener una apariencia física agradable que eleve la autoestima mediante una cirugía plástica, ocurren errores que pueden terminar en insatisfacciones o con la vida del paciente. Todo porque no se informaron sobre los riesgos de una operación quirúrgica, acudieron al sitio equivocado o fueron intervenidos con técnicas antiguas.
Basta con observar a través de los medios de comunicación a famosos como el futbolista Maradona, a las actrices Nicole Kidman, Paris Hilton, Joan Van Ark, Melanie Griffith, Joan Rivers, fallecida, o la cantante Cristina Aguilera, que en reiteradas ocasiones se han sometido a este tipo de cirugías. Para el público, algunos lucirán muy bien; para otros, no tanto.
Según el doctor Carlos Márquez Zevallos, cirujano plástico, estético y reconstructivo, la información que debe recibir una persona antes de ser operada, en nuestro país o en cualquier otro, es una obligación del médico y un derecho del paciente. Este debe conocer todo lo concerniente a la cirugía tanto en la parte técnica como en las complicaciones que pueden surgir.
“En la intervención quirúrgica, muchas veces, algunos cirujanos dan demasiadas expectativas o el paciente las tiene cuando la realidad no lo permite. O minimiza las complicaciones cuando se sabe que pueden suceder y las oculta”.
Para la doctora María Franco Zúñiga, cirujana plástica, estética y reconstructiva, expresidenta de Secpre-Guayas y presidenta de la Comisión Científica Nacional, muchas veces las personas no quedan conformes con los resultados, por la falla de no tener una buena relación médico paciente. Deben comunicar exactamente lo que desean y el cirujano ser claro en informar los resultados que puede obtener.
Toda cirugía, dice, tiene sus riesgos. Lo importante es que sean mínimos realizando una historia clínica meticulosa al paciente, analizando los exámenes completos a los que se sometió con anticipación y teniendo un quirófano con todas las garantías y el personal médico capacitado.
Cirugía estética segura
Según el doctor John Villegas Graham, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética (Secpre), la cirugía estética es muy segura estando en buenas manos. En esta institución hay registrados 47 médicos cirujanos, todos con posgrados de al menos tres años.
El paciente, agrega, tiene que escoger bien al cirujano plástico y someterse a todas las pruebas para asegurar el buen estado de salud. Más si son diabéticos, hipertensos o tienen alteraciones de coagulación de la sangre.
“Se les tiene ciertas reservas, porque podrían sangrar más en la cirugía o tener complicaciones como arritmias cardiacas durante la operación, o mala cicatrización de las heridas”.
La doctora Priscilla Alcócer Cordero, cirujana plástica, estética y reconstructiva, concuerda con Márquez y Franco en que el problema es la desinformación sobre los riesgos de un procedimiento quirúrgico, indistintamente de cualquier especialidad, no solo de la cirugía plástica.
La comediante estadounidense Joan Rivers, de 81 años, por ejemplo, falleció en septiembre a causa de la falta de oxígeno en la sangre por “complicaciones terapéuticas” durante un procedimiento para evaluar sus cambios de voz y su reflujo estomacal, según informó la oficina forense de Nueva York.
A sus 78 años estuvo entre las famosas con las peores cirugías estéticas. Su obsesión por lucir joven la llevó a someterse a levantamiento de cejas, dos estiramientos faciales, recorte de párpados, rinoplastia, implantes de mandíbula, liposucción y aplicaciones reiteradas de mucho bótox.
En cuanto a los resultados, dice Villegas, la obligación del cirujano plástico y estético es tratar de mejorar los rasgos físicos de la persona sin alejarse de lo que era originalmente. “Irse hacia los extremos no es bueno”.
Bombas de tiempo
Según John Villegas, cirujano plástico, estético y reconstructivo, hay quienes acuden a algunas peluquerías o spa, donde los convencen de aplicarse biopolímeros para realzar la belleza, pero están prohibidos en muchos países. Son sustancias muchas veces derivadas de petróleo (silicona líquida, aceite vegetal, de bebé o avión) que al ingresar al organismo producen grandes reacciones inflamatorias. “Son como bombas de tiempo que después de cinco o diez años aparecerán secuelas graves que pueden llevar a la muerte”.
Para Priscilla Alcócer, estas sustancias causan también linfedema, obstrucción linfática, hiper e hipopigmentación, tumefacción, deformidad facial o corporal, asimetría e inesteticismo. “No pueden revertirse, porque estos productos sintéticos se impregnan en la piel y los tejidos circundantes y para retirarlos habría que hacer incisiones y cortes indeseables”.
Villegas, agrega, que el paciente también tiene cierta culpa. Buscan lo más barato en lugar de acudir a un médico especialista de cirugía plástica. “Como Sociedad Ecuatoriana de Cirugía plástica, reconstructiva y estética (Secpre) vamos a hacer una campaña muy intensa para educar a la población y que no caigan en manos de personas inescrupulosas y criminales que aplican biopolímeros”.
No oferta, no canje
Una cirugía estética, menciona Alcócer, es un acto que merece respeto, debe ser de libre decisión por parte del paciente, no ser objeto de oferta, canje o combo de un programa de televisión y que a pesar de que puede ser un procedimiento “sencillo” y de poco tiempo de ejecución puede cobrarle la vida y/o provocarle deformidades y/o inesteticismos irreversibles.
También hay quienes desean someterse a una cirugía plástica, agrega, y confían ante la referencia de otras personas o tras una propuesta publicitaria desproporcionada y antiética, obviando indagar acerca de la preparación, experiencia y trayectoria del cirujano plástico en el que va a depositar su vida.
En lo personal, comenta Villegas, la mejor vía de llegar al cirujano plástico es por recomendación de un paciente que fue operado y salió muy bien, mas no por volantes. Cuando alguien los vea hay que preguntarse qué hay detrás, ¿realmente es un cirujano calificado?
“Hay cirujanos que se han publicitado como plásticos y solo son generales o estéticos y no reúnen las cualidades necesarias de formación académica para ser un cirujano plástico. Primero deben hacer un entrenamiento en cirugía general de uno o dos años, luego ir a un posgrado de un servicio que esté acreditado por una universidad, por lo menos tres años de estudios consecutivos”.
Minimizar riesgos
Siempre, dice Franco, existe una cirugía más peligrosa que otra. Las combinadas toman un tiempo muy largo y están sometidas a la administración de la anestesia. Tal como si se realizaran intervenciones quirúrgicas de otras especialidades como una histerectomía –sacar el útero– o de vías biliares.
Para Alcócer, las que pueden presentar mayores riesgos y complicaciones son las del contorno corporal (dermolipectomía, liposucción y lipotransferencia –inyección de grasa corporal–).
También, agrega Franco, es muy importante que el paciente respete las recomendaciones postoperatorias como son el uso de antibióticos, masajes, dietas y el reposo, para así evitar complicaciones futuras.
Si no reposan, corren el riesgo de que se abran las heridas o se infecten los pacientes, porque no toman antibióticos los días y horas recomendadas, además no deben ingerir alcohol, es contraproducente si están usando medicamentos. (I)
Cirugía plástica y estética
La cirugía plástica engloba las áreas reconstructivas, de quemaduras y estética. Por lo tanto, la cirugía estética es una parte muy importante en la que se busca mejorar la apariencia física del paciente, según la cirujana plástica, reconstructiva y estética María Franco Zúñiga.
Varios exámenes
Para evitar los riesgos de una cirugía estética el paciente debe hacerse exámenes de sangre para detectar anemias y prevenir hemorragias. También pruebas del corazón como un electrocardiograma, imágenes de tórax, ecografía, radiografías nasales, cuando el caso lo amerite.