Síndrome de colon irritable
El intestino grueso o colon puede afectarse por un problema funcional que causa un conjunto de síntomas muy molestos. No tiene cura, solo alivio.
Juanita es de esas mujeres guayaquileñas que tienen un trabajo adicional. A sus 32 años no solo se dedica a la actividad periodística, sino a elaborar dulces en su casa, ya que es su pasión. Ella nunca había sufrido de alguna enfermedad en el estómago hasta que en la madrugada del 15 de diciembre pasado sintió un dolor intenso.
“Fue justo una semana después de que mi papá salió del hospital. El malestar se volvió agudo, tuve diarrea al menos unas seis veces en el día, sentía deseos de vomitar, pero no podía” . Además, mi estómago “rugía”. Eran espasmos estomacales (parecían retorcijones)”.
Juanita nunca había sentido tanto dolor. Lloraba, tuvo fiebre y no podía dormir. También se sintió débil. Esto, dice, porque cuando iba a visitar a su papá al hospital andaba muy preocupada, se le olvidaba por completo comer o lo hacía demasiado tarde.
“Tenía miedo de tomar líquidos, comer galletas de agua, pollo o puré, porque cada vez que los consumía los retorcijones volvían. El doctor me recomendó dieta por una semana. No podía comer frituras, lácteos, carnes, embutidos ni cítricos”, asegura.
Ella siguió las recomendaciones. Pero cuando se pone muy nerviosa, dice, siente nuevamente los retorcijones, pero eso le sucede muy rara vez. Algunos médicos le dijeron que su problema, el Síndrome de Colon Irritable (SCI), es una enfermedad asociada con la mente y que cuando algunas personas se estresan mucho o son muy nerviosas, el estómago se afecta.
El gastroenterólogo y homeópata David Constante concuerda con el diagnóstico de los médicos de Juanita. Los síntomas digestivos que experimentan los pacientes con este síndrome son muy molestos. Se producen por un desequilibrio eléctrico en la motilidad del colon a causa de un desajuste del sistema nervioso parasimpático.
Esto significa que en el intestino grueso o colon no existe ningún daño estructural, ya que el trastorno es solo funcional a causa del estado emocional del paciente. “Si la persona está tensionada por sus problemas, el colon se contrae causando cólico o dolor perenne tipo inflamación en el bajo vientre (hipogastrio)”.
La contracción continua del colon, dice Constante, hace que las heces no puedan ser expulsadas adecuadamente. Hay estreñimiento, heces acintadas (delgaditas) o en forma de bolitas (escíbalos). Y si, por el contrario, el intestino se dilata (sobre todo luego de algún susto o temores y preocupaciones), se produce diarrea, que generalmente es con presencia de moco.
“Lo que nos hace pensar que el problema es por colon irritable es que los síntomas se presentan siempre que el paciente está despierto y nunca mientras duerme. Generalmente, la diarrea es matinal antes y después del desayuno, unas dos o tres veces seguidas, y luego está bien durante el resto del día”, asegura.
Comprobar el síndrome
El diagnóstico del síndrome de colon irritable, agrega Constante, se hace por exclusión, es decir, luego de hacer los exámenes correspondientes al colon (radiografía y colonoscopia, parasitológico de heces, entre otros). Si resultan normales quiere decir que el problema está comprobado.
Según la Asociación Americana de Gastroenterología, el síndrome de colon irritable no conduce a ningún mal orgánico grave como cáncer o la enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn). “Algunos pacientes tienen formas más severas del SCI y el temor al dolor y a la diarrea impide que participen en actividades normales. En tales casos, los médicos podrían recomendar asesoramiento de aspectos de comportamiento y salud.
Paliativos o curativos
El tratamiento convencional, dice Constante, consiste en proporcionar medicamentos paliativos que regulen la motilidad del colon, pero el problema está en que estos actúan hasta que desaparece la acción, en unas pocas horas, lo que hace que el paciente sea esclavo de estas medicinas.
Es muy importante, agrega, llevar una dieta rica en fibra y agua, porque disminuye la presión dentro del colon, y así calma el dolor, evita el estreñimiento y, además, la aparición de divertículos en un futuro. “Existen en el mercado suplementos de fibra como el psillium, que es excelente”.
También hay muchas personas que son intolerantes a la lactosa, y es algo que se debe tomar en cuenta. Si este fuera el caso, se debe suspender el consumo de leche de vaca, pues produce gases y diarrea.
“Mientras la medicina convencional les da a estos pacientes medicamentos ansiolíticos para aliviarles el estrés, la medicina paliativa trata con remedio homeopático, que está hecho de la información energética cuántica de una sustancia ya sea vegetal, mineral o animal. Es personalizado, regula y armoniza la psiquis del paciente y así el colon ya no recibe el exceso de electricidad que lo hace funcionar mal”.
También, dice Constante, se hace una fórmula personalizada de energía de flores silvestres (terapia floral de Bach), para armonizar los estados emocionales alterados del paciente (no es paliativo). Incluso, se aplica biomagnetismo (uso de imanes) para armonizar la frecuencia energética del colon y del paciente.
En cuanto a dieta, se debe consumir fibra (frutas y vegetales frescos, cereales naturales, nueces y almendras). Además, se prohíben los productos hechos con harina refinada, el azúcar blanca o morena, ya que puede producir gases, el consumo de carne y los condimentos fuertes e irritantes.
En cambio, se sugiere hacer yoga o meditación para aliviar la tensión; y, en ocasiones, ayudar al paciente con ansiolíticos naturales como la valeriana y pasiflora. “De esta manera, muchos pacientes se han curado de esta enfermedad ‘incurable’”, asegura Constante.
Educación mente-cuerpo
Un estudio del Dr. Emeran Mayer, de la Facultad de Medicina de la Universidad de California, dice que algunos pacientes que asisten a un curso de educación mente-cuerpo están mejor entrenados para manejar la colitis nerviosa.
El beneficio es similar al obtenido con las medicinas.
Dieta adecuada
Alimentarse con una dieta adecuada disminuye los síntomas del Síndrome de intestino irritable.
Es buena idea llevar un diario en el que se anote qué alimentos parecen causar molestias y analizar sus conclusiones con su médico, según la Asociación Americana de Gastroenterología.
La motilidad del colon
Es la contracción de los músculos intestinales y movimiento de su contenido.
Es controlada por nervios y hormonas, así como por la actividad eléctrica del músculo del colon, similar al mecanismo que controla la función cardiaca.
Pronóstico
El síndrome del intestino irritable puede ser una afección de por vida.
Para algunas personas los síntomas son incapacitantes y reducen la capacidad para trabajar, viajar y asistir a eventos sociales.