‘Me siento aliviada, libre y sin ataduras’

Desde que me casé hace treinta años no me he sentido feliz. Solo he estado unida a mi marido por mantener un hogar y que mis hijos se eduquen con un padre. Pero en el fondo de mi alma no me siento realizada como mujer.

Cuando me enteré de que me fue infiel, dos años después de nuestra boda, mi vida se convirtió en un tormento lleno de dudas y de rabia. Aunque siempre dije que lo perdoné, eso fue mentira, viví sumida en la amargura. porque él me desilusionó y me enseñó que la traición existe, así como la miseria humana. Lo cierto es que entré en un proceso de cambio. Opté por liberarme de todos estos sentimientos negativos.

Pensé cómo hacerlo y se me ocurrió buscar ayuda con una psicóloga que contesta cartas en El Especialista. Entré en un proceso de renovación total, un cambio en mi mapa mental. Ahora me siento aliviada, libre y con ganas de vivir, sin estar atada a un matrimonio falso. 
Susana,
Guayaquil