‘Mi madrastra me tenía como una esclava’

Cuando era niña viví con mi padre y con mi madrastra, porque mi mamá se murió cuando apenas yo tenía 5 años, evento que aún recuerdo como si fuera ayer. Ahora tengo 24 años y lo único que viene a mi memoria es cómo la mujer de mi padre me convirtió en su sirvienta y esclava. Algo así como el cuento de la Cenicienta. Ella me tenía limpiando la casa, lavando mi ropa y no me llevaba casi nunca a fiestas infantiles, porque decía que me iba a corromper con otros niños: haciéndome una mujer vaga. Lo cierto es que a mis escasos 7 años, mi madrastra ya me obligaba a cocinar, y a ella no le importaba si me quemaba o no. Lo peor de todo es que mi padre no le decía nada, ya que ella le resaltaba siempre que debía convertirme en una verdadera mujercita. Al menos si me hubiese tratado bien lo aceptaría, pero nunca me dio amor. A medida que fui creciendo, y con resentimiento, en lo único que pensaba era en liberarme de esa prisión, pero no podía sola. Mi autoestima estaba tan baja. Por eso busqué ayuda con un psicólogo que contesta cartas en El Especialista, y creo que estoy superando mis temores, liberándome de los resentimientos, y creo poder perdonar a mi madrastra algún día.

Emilia,
Guayaquil