Aves en peligro en Galápagos: No acelere su vehículo

Por Paula Tagle
29 de Septiembre de 2013

“Se sugieren soluciones, se comparten anécdotas. El tiempo apremia porque como menciona el video ‘estamos dejando el cielo vacío. Ellos dependen de ti, dependen de todos’”.

Apagan las luces, se escuchan las voces de los compañeros, aun inquietos, porque así somos los naturalistas, de pies ligeros para andar, que sentarse largas horas puede ser demandante. Empieza el corto, y en pocos segundos reina el silencio. Es obvio que ha tocado la sensibilidad de la audiencia. Yo me escondo tras los lentes para que no se noten mis lágrimas. “Déjalos volar, déjalos cantar”, repiten constantemente diversos personajes de la isla Santa Cruz.

El video titulado Quiero seguir volando, que dura un minuto cuarenta y cuatro segundos, que en poco tiempo dice mucho, es una producción del Servicio Parque Nacional Galápagos creado como parte de la campaña Cuidado y protección de aves en la carretera.

Porque los pajaritos se están muriendo, es decir, los estamos atropellando. Con la autopista de Puerto Ayora al canal de Itabaca de 45 kilómetros de extensión, en excelentes condiciones, y con cerca de ochocientos carros en la isla, las posibilidades de resultar víctima de un vehículo han aumentado considerablemente.

Carreteras hay en todo el mundo, igual pajaritos, pero cabe recordar que las criaturas de Galápagos son seres inocentes, que han evolucionado en la ausencia de depredadores. El mismo Charles Darwin, en 1835, describiría cómo capturaba aves con el uso exclusivo de su sombrero, mientras estos permanecían quietos, confiados. Esta ingenuidad los convierte en presas fáciles de los depredadores del actual milenio: vehículos motorizados que transitan a diferentes horas y lastimosamente a cualquier velocidad.

Silvana Vargas, educadora ambiental de la Dirección de Educación Ambiental y Participación Social del Servicio Parque Nacional Galápagos, explica en su charla como iniciativa ciudadana junto a varias instituciones, cómo la Policía Nacional se han unido para intentar resolver el problema.

Recuerdo que cuando llegué a Galápagos hace más de veinte años, el primer bus que salía al aeropuerto tenía la consigna de ir pitando a lo largo del camino, para avisar a los pajaritos que era hora de despejar el área. Además, era una carretera de escoria volcánica (imposible acelerar) y apenas transitaban tres o cuatro buses viejos, para el único vuelo que llegaba a Baltra.

La situación es muy distinta ahora, existen taxis, carros particulares, motos y buses modernos que circulan de sur a norte y de norte a sur, no únicamente con la misión de ir y venir del aeropuerto, con mínimo tres vuelos diarios, pero llevando a las familias que viven a lo largo de esta vía, que hay caseríos, pueblos e incluso hostales y hoteles.

Sin embargo, los pajaritos siguen siendo los mismos que aprovechan alimentarse de los insectos muertos en el camino o vienen por piedritas que ayudan a la digestión o confunden la carretera con agua. En los estudios realizados en lo que va del 2013 se han contado 1.299 aves muertas, de las cuales 96,6% son canarios María; 1,85% pinzones; 0,90% papamoscas; 0,45% cucuves y 0,15% búhos.

Como parte de la campaña se han dado charlas a las cooperativas de transporte público, al Municipio, Consejo de Gobierno, Petrocomercial, Policía Nacional, y se ha creado un fabuloso video que se transmite por el canal local (Peninsular) y en el microinformativo del Parque Nacional Galápagos. También en (www.youtube.com).

Quedamos impactados luego de la excelente presentación de Silvana. Se sugieren soluciones, se comparten anécdotas. El tiempo apremia porque como menciona el video “Estamos dejando el cielo vacío. Ellos dependen de ti, dependen de todos”.

nalutagle@yahoo.com

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