Mordiendo la Gran Manzana

Además de subir al edificio Empire State, pasear por  Central Park o cruzar el puente de Brooklyn, todo visitante en Nueva York quiere probar ciertos bocados reconocidos por ser tan emblemáticos como deliciosos.

¡Cuna del hot-dog!

En pleno Central Park

Se dice que el primer perro caliente fue creado por migrantes alemanes en Nueva York, allá por 1867, por lo que resulta lógico ver en las calles de la urbe gran cantidad de carritos y puestos de venta de ese alimento, especialmente en las zonas comerciales y financieras.

Aunque resulta cuestionable el valor nutricional del hot dog, también conocido como pancho o completo, comerse uno en Nueva York es tan popular que a menudo es ingrediente de películas y series de televisión.

Un lugar muy popular para hacerlo en Central Park, en cuyo amplio escenario resultan emblemáticas las carretillas que venden ese alargado alimento con variedad de aderezos para hacer la experiencia más deliciosa. Además expenden otro alimento muy popular: los pretzels, que son una especie de gran galleta, rosca o pan horneado y retorcido en forma de lazo.

Otros negocios solicitados por los amantes de los hot dogs son Papaya King y Gray’s Papaya, que combinan los bocados con jugos de frutas. El nombre de papaya se deriva del jugo que mayormente venden en los locales.

Direcciones: En Central Park: Carretillas en el lado este y oeste, desde la calle 59. Papaya King: Local original, calle 86 y avenida Tercera, Upper East Side. Gray's Papaya: 402 Sexta avenida y calle 8, y 2090 Broadway y la 72.

Grand Central Oyster Bar & Restaurant

Para el sabor de los océanos

Este es uno de los restaurantes de mariscos más conocidos de la urbe, en un local subterráneo en la estación de trenes y subways Grand Central, considerado también una atracción turística.  Lógicamente, las ostras son la especialidad del establecimiento, destacándose que son de 24 tipos distintos provenientes de la costa este y oeste de Estados Unidos. La variedad también se presenta en otros platos, considerando que presentan más de veinte tipos de pescado. Otra cualidad es que está a punto de cumplir un siglo de operaciones, ya que abrió en el año 1913. Y se prevé que la celebración será por todo lo alto.

Muchos visitantes lo consideran una parada obligatoria en su llegada a la ciudad de Nueva York, aunque a algunos no les agrada que se haya vuelto demasiado “turístico”.

Dirección: Calle 42 y Lexington.

Eataly

Templo’ de la cocina italiana

“Esto no es solamente un mercado, sino toda una experiencia culinaria”,  puede leerse en un letrero en este establecimiento.

El complejo de 4.600 metros cuadrados destaca múltiples restaurantes, incluyendo uno especializado en carnes llamado Manzo, el cual es el más solicitado por los visitantes; uno de comida vegetariana (Le Verdure, el sitio menos congestionado; pruebe la lasagna), cuya decoración es la más original; uno de mariscos (Il Pesce, pedir el pescado del día), además de pizzería, panadería, academia culinaria (La Scuola) y variedad de tiendas con artículos italianos. Eataly presenta la gastronomía italiana a los clientes para motivarlos a que ellos preparen los platos en su hogar.

Dirección: Quinta avenida y la 23.

P.J. Clarke’s

Hamburguesa en medio de gigantes

La estructura del tradicional P.J. Clarke’s se asoma sin intimidarse entre los grandes rascacielos de Manhattan, ofreciendo a sus clientes hamburguesas catalogadas como las mejores de la ciudad. El local original de la cadena tiene un encanto particular con su decoración rústica con manteles de cuadros y muebles de madera antigua, el cual tiene como marco una fachada marcada por los ladrillos. Ese look hace suponer que no ha cambiado mucho desde los años 70, época en la que solían venir a comer importantes actores y cantantes.

En las paredes del local hay colgadas fotografías de los comienzos (abrió en 1884). Los camareros podrán recomendar a los visitantes la opción del día. Por ejemplo, la hamburguesa Cadillac posee una sabrosa pieza de carne, aderezada con cebolla caramelizada, bacon, queso, tomate, cebolla y una especie de lechuga morada. La cadena cuenta hoy con locales en Washington, Las Vegas y Sao Paulo (Brasil).

Direcciones: 915, Tercera avenida y calle 55. Sucursales: 44, calle 63 oeste, y 250 calle Vesey, en el Four World Financial Center.

Carnegie Deli y Katz delicatessen

Los sándwiches de pastrami

Estos emparedados son marca registrada en la Gran Manzana, con una historia que nace con los migrantes provenientes de Europa del este y la actual Rusia, asentados en el bajo Manhattan. Los sándwiches tradicionales son servidos calientes con pan de centeno y mostaza.

El pastrami es elaborado con carne roja (generalmente de ternera) salada que se desangra, se pone a secar, se le añaden especias (ajo, pimienta negra, albahaca) y se ahúma.

Aquí se destaca Katz Delicatessen, que podría ser el local más antiguo de su tipo en la ciudad, ya que se estableció en 1888. Está ubicado en la poco turística zona del Lower East Side de Manhattan y tal vez su referencia más famosa sea que allí Sally (Meg Ryan) le enseñó a Harry (Billy Cristal) cómo las mujeres pueden fingir un orgasmo en la película Cuando Harry conoció a Sally.

Carnegie Deli también congrega a los conocedores del mejor pastrami, por lo que suele estar lleno. Sus emparedados son inmensos, siendo casi imposible que una persona devore por completo su pedido, por lo que es común dividir uno entre dos comensales. 
También resulta muy famoso su cheesecake, así que siempre hay que dejar espacio para el postre.

Direcciones: Katz: 205 Este, calle Houston y Ludlow. Carnegie Deli: 854,Séptima avenida y calle 55.

Fuentes nyc10best.com, directoalpaladar.com, tripadvisors.es, nypost.com, nuevayorkturismo.com, Wikipedia y las páginas en internet de los negocios.