Escuela de la Marina: Hacía mucha falta
“Esto es un gran logro para las islas pues se ofrece a los jóvenes una posibilidad más de educarse sin tener que incurrir en los gastos extra de transporte al continente, costos de manutención lejos de la familia, por ejemplo”.
¿Qué posibilidades de continuar sus estudios tiene un bachiller de las Islas Galápagos? Un pequeño porcentaje irá al continente, o incluso al exterior, a estudiar una carrera formal. En las mismas islas existen ya un par de extensiones de universidades del Ecuador que ofrecen licenciaturas relacionadas a turismo, ecología y biología. Pero gran parte de estos jóvenes optará por buscar un trabajo inmediato, navegando, en botes de turismo o pesca. Las opciones en un barco son muchas, se puede laborar de camarero, recepcionista, carpintero, marinero, cocinero, lavandero y sin necesidad de título universitario.
Sin embargo, e independientemente del cargo, existe un requisito en común: la matrícula de la marina mercante. Para obtenerla hay que realizar varios cursos (3 en 1, OMI, entre otros) dependiendo del puesto. Si el joven desea ser marinero, debe además tomar un curso en marinería de al menos dos meses de duración. Antes había que viajar al continente para capacitarse.
Pero desde enero del 2014 funciona finalmente en Santa Cruz la Escuela de la Marina Mercante Extensión Galápagos, en la que hasta lo que va del año se han inscrito aproximadamente seiscientas personas.
Esto es un gran logro para las islas, pues se ofrece a los jóvenes una posibilidad más de educarse sin tener que incurrir en los gastos extras de transporte al continente, costos de manutención lejos de la familia, por ejemplo. Además es una operación acorde con la realidad de las islas. La gente de este archipiélago vive del mar, por tanto, era inminente y necesario que se ofreciera capacitación aquí mismo en las Encantadas.
El capitán de altura Jhonny Beltrán, coordinador de la Escuela de la Marina Mercante extensión Galápagos, me cuenta con orgullo cómo este había sido su sueño de muchos años. Originario de Guayaquil, vive desde 1985 en las islas; ha sido oficial en barcos de turismo, y desde el 2000 es instructor de los cursos en Galápagos. Pero la Escuela no contaba con instalaciones propias, utilizaba las de capitanías de puerto, bajo jurisdicción de la Armada del Ecuador.
Desde enero, la Escuela de Galápagos tiene su propio local, un edificio otorgado en comodato por el Municipio de Puerto Ayora; ahora los cursos se dictan constantemente, mes a mes, en aulas cómodas y designadas solamente para este propósito.
Otro anhelo del capitán Beltrán es lograr instalar un simulador de barco Full Mission, donde se pueda entrenar de manera práctica a quienes estudien navegación.
Para los chicos y chicas que luego del colegio entran directamente a estudiar el curso de marinería u OMI, esta es la primera, y tal vez la única capacitación que tendrán en sus vidas. Por eso el capitán Beltrán me indica que intenta inculcarles la noción de excelencia en servicio (que la mayoría estará en barcos de turismo), orgullo por el trabajo que hacen, presentación personal, ya que serán la imagen de un barco, una empresa y un país ante el planeta.
El capitán Beltrán aspira a que estos jóvenes marineros que obtengan su matrícula, luego de un año apliquen al programa de sea man book para trabajar internacionalmente; que su desenvolvimiento marque un precedente de excelente reputación para que en el futuro los barcos mercantes a nivel mundial soliciten personal de la Escuela de la Marina Mercante extensión Galápagos; que Galápagos se convierta en sello de garantía.