Guayaquil: La ciudad con plumas
-
La tangara azuleja (i) y el pinzón sabanero azafranado son dos especies emblemáticas de la ciudad de Guayaquil. -
Un tirano tropical expulsa a un perico cachetigris. -
Colibrí amazilia ventirrufa. El fotógrafo esperó, inmóvil, la llegada del ave por hora y media para hacer esta toma. -
Mosquero bermellón en Jardines del Malecón. -
Este ibis blanco juvenil recorre manglares que forman corredores biológicos que atraviesan la ciudad llenándola de vida silvestre. -
En Jardines del Malecón, José Manuel se topó con esta garza nocturna que disfruta de su almuerzo. -
Este cormorán atrapó una jaiba. -
Carpintero olividorado sacando su alimento de un agujero en un mangle. -
Garceta nívea busca su alimento en el Estero Salado. -
Pericos caretirrojos deambulan entre las columnas del Palacio Municipal.
La Dirección de Turismo y Promoción Cívica del Municipio de Guayaquil y la Fundación Malecón 2000 están promoviendo el aviturismo en la urbe porteña.
En solo una hora, la zona del Malecón del Salado nos regaló la posibilidad de observar 31 especies de aves dentro de una iniciativa lanzada el martes anterior en la Plaza Rodolfo Baquerizo Moreno.
“Guayaquil se abre a un nuevo atractivo turístico”, comenta Gloria Gallardo, directora municipal de Turismo y Promoción Cívica, quien anuncia que este es el primero de diez recorridos dentro de la ciudad. “La segunda será en el malecón Simón Bolívar, luego habrá en el parque Seminario, la Plaza del Centenario y más parques y zonas con naturaleza”.
Estos paseos cuentan con la asesoría de Nancy Hilgert y Virgilio Benavides, biólogos que en la última década han observado un incremento de pájaros en la ciudad. “La limpieza del manglar y del estero por parte de la empresa Visolit ha devuelto la vida a estos microcorredores biológicos, con mayor presencia de aves, reptiles, mamíferos, peces…”, indica Hilgert.
Benavides explica que este fenómeno no es común en otras ciudades, pero ocurre en el Guayaquil de la regeneración urbana. “Los microcorredores son las arterias por donde las aves se alimentan, transitan”, dice él.
Los sábados y domingos de este mes, los interesados pueden solicitar la guianza gratuita en una mesa de información en la Plaza Rodolfo Baquerizo Moreno.
Los guías son estudiantes universitarios que han realizado un curso sobre la abundante vida silvestre de la ciudad. (M.P.)
Los fotógrafos de la vida silvestre
Las gráficas de aves que ilustran estas páginas provienen del libro Guayaquil, sus parques y vida silvestre, de Carlos Julio González Luzuriaga en coautoría con sus hijos y colegas: José Manuel y Carlos Andrés González Baquerizo.
La regeneración de Guayaquil les ha permitido descubrir hermosos escenarios que han plasmado en publicaciones como Guayaquil, siglo XXI, Guayaquil del Río Grande y del Estero, Guayaquil, luces y sombras, a los cuales se suma Remembranzas de Guayaquil, que aborda la historia fotográfica de la urbe. Aunque su primer libro fue Ecuador, cielo, tierra, agua (2002).
Carlos Julio descubrió la motivación para realizar su más reciente texto, de 208 páginas, en el 2004. “Estaba en la plaza del Centenario fotografiando la columna, los árboles, las estatuas, cuando de repente escucho el cantar de los pájaros. Allí me di cuenta de que vivimos rodeados de una gran vida silvestre dentro de la ciudad”.
José Manuel cuenta que fotografiar aves es muy difícil, ya que son animales tímidos. “Un día en Jardines del Malecón vi a un colibrí que se acercaba a una flor y se fue. Me dije: esta ave debe regresar. Me quedé una hora y media inmóvil frente a la flor. El ave volvió por unos segundos y le tomé dos fotos”.
Carlos Andrés considera que “Guayaquil tiene una vida silvestre abundante, aunque a menudo pasa desapercibida. La gente llega a los parques y no la ve”, indica este artista. “La fotografía nos ayuda a darnos cuenta de toda esta maravilla”.
Guayaquil, sus parques y vida silvestre ($ 50) está a la venta en Librimundi y Mr. Books. También puede solicitarse al 273-8824, 099-715-0646, info@tropicalstock.net
