Puerto Jelí con sabor
Una decena de locales atrapan la preferencia de los visitantes que llegan a la provincia de El Oro.
La recomendación era firme: “Cuando viajes a El Oro, debes realizar una parada en Puerto Jelí”. Así me aconsejó un amigo que conoce muy bien ese destino gastronómico ideal para quienes gustan de los mariscos.
Así que tuve que hacerle caso. Puerto Jelí queda al sur de Machala y cerca de Santa Rosa. Viniendo desde esa dirección por la carretera, hay que tomar un desvío a la derecha para observar los primeros restaurantes del sector: Hola la Ola, El Arenal y La Choza del Lobo. Todos ellos tienen varios vehículos en sus exteriores. Es domingo, tipo 13:00.
Junto al río
Seguimos avanzando para encontrar, más adelante, una mayor concentración de restaurantes, que operan próximos a un agradable malecón con jardines, a orillas del río Santa Rosa, que llega al golfo de Guayaquil.
Ese brazo acuático servía de conexión entre esta zona y Guayaquil, ya que antes de que existieran las carreteras hasta este punto, allí llegaban y zarpaban las embarcaciones con mercadería y pasajeros rumbo a la provincia del Guayas. “Salían de aquí a las 19:00 y llegaban a Guayaquil a eso de las 07:00 del día siguiente”, cuenta Danilo Sánchez Valarezo (50 años), propietario del restaurante A Donde Danilo.
Allí almorzamos. Él nos recomienda probar el tornado marinero, que reúne chicharrón de camarón, arroz marinero, filete de corvina y cebiches de concha, camarón y pescado. Eso es comer al estilo de Puerto Jelí. Y mientras degustamos esa maravilla, Danilo nos comenta que sus padres, Alida Valarezo y Carlos Sánchez, fueron los primeros en abrir un comedor en la zona.
“Fue hace más de 45 años. En este sector (cantón Santa Rosa) se inició la producción nacional del camarón. Y por el río se transportaba todo lo relacionado con ese trabajo. Un día, el empresario Jorge Kaiser (pionero de esa actividad) le pidió a mi mamá que preparara comida para las personas que llegaban”. Luego, sus padres abrieron el restaurante Riberas del Pacífico, gran local esquinero que aún opera.
Doña Alida Valarezo es todo un personaje. Además de ser una precursora de la gastronomía de Puerto Jelí, también ha motivado el desarrollo de sus pobladores. Una vez, según recuerda su hijo, llegó por el muelle un generador de energía eléctrica que estaba direccionado para una localidad cercana. Pero doña Alida les dijo a los pobladores que lo conservaran, porque ellos también tenían mucho tiempo solicitando a las autoridades energía eléctrica, y que nadie les cumplía. Así ocurrió, y las autoridades prefirieron solicitar un nuevo generador de energía y dejarle ese aparato a Puerto Jelí, por respeto a doña Alida y por ayudar a la zona.
Sazón para las ventas
El Tiburón, Jambelí, Punta Marina, El Chino y D’Brittany son otros restaurantes de mariscos que se extienden a lo largo de esta calle que llega hasta el malecón. Y todos tienen gran cantidad de turistas en sus mesas.
Danilo indica que es tanta la afluencia de personas que solo el sábado y domingo en su local vende unos 300 platos en total. “A Puerto Jelí viene mucha gente de las ciudades de Santa Rosa, Machala y hasta de Guayaquil”, señala, y agrega que las personas llegan debido a la deliciosa sazón de estos establecimientos, aunque el valor promedio es de $ 10 por cada plato.
Pero resulta fácil suponer que todos ellos opinan que, para comer rico, está bien pagado el precio y el viaje realizado. (I)