Tierra holandesa con sabor a Caribe: Bon Bini Bonaire

18 de Marzo de 2012
  • Extensas playas coralinas dan la bienvenida y la idea de hacer camping se va con las olas, un hostal será la solución.
  • La cercanía con su vecina Klein Bonaire, hacen de estos faros una ayuda para grandes y pequeñas embarcaciones.
  • Visitar las iglesias de los sitios a los que viaja hace abrir nuestra visión y entender un poco más sus costumbres. Escuchar una misa en idioma papiamento, lengua que mezcla el español, portugués, holandés e inglés, es una experienca gratificante.
  • Más de 40 puntos de buceo alrededor de toda la isla están disponibles para los amantes de esta actividad. Los mejores son Playa Bengue y Karpata.
  • El supermercado Cultimara posee artes de más de 20 metros de largo de su autor Henk Roozendaal, quien además de vivir de sus pinturas, enseña en el Bonairian School.
  • El supermercado Cultimara posee artes de más de 20 metros de largo de su autor Henk Roozendaal, quien además de vivir de sus pinturas, enseña en el Bonairian School.
  • Varios muelles a lo largo de su costa, atracan desde grandes barcos turísticos a pequeños yates privados.
  • Aires del sur contagian las energías y estar en medio del ‘sambódromo brasileño’ es posible con este carnaval multicolor.
  • Cuidado, sobrepasar los limites de seguridad que tenemos los buzos de aguas abiertas es muy fácil, gracias al auspicio del paisaje marino abrumador que esta isla brinda.
Texto y fotos Leonardo Ampuero, especial para La Revista (www.facebook.com/leonardoampuerophotography)

“Llegó un feriado más, y mi mochila y cámara estaban listas para salir por allí a recorrer el mundo; ¡pero el destino era un misterio! Faltando cinco días para un carnaval, decidimos otorgarle al destino nuestra siguiente parada… resultado: Bonaire”.

Situada en el mar Caribe, perteneciente al grupo de islas ABC (Aruba, Bonaire y Curaçao), este pedacito del paraíso recibe a los turistas con sus playas color turquesa infinito, pasando por todos los espectros de gamas cromáticas frías, hasta llegar al azul medianoche de profundidad absoluta. De territorio neerlandés, pero de alma y sabor caribeño, Kralendijk, su capital, recibe a sus visitantes con un bon bini (bienvenido en papiamento).

Considerada por revistas especializadas entre el top ten mundial para los amantes del buceo submarino, que por cierto nuestro amado Galápagos tiene su bien merecido lugar en dicha nominación, es excusa perfecta para ocupar nuestros conocimientos adquiridos, alquilar un tanque y disponernos a descubrir las maravillas que tiene esta isla bajo sus aguas; o si es novato, tomar un curso express(rápido), en donde con un instructor especializado podrá ser invitado especial a bosques eternos de algas multicolores en su extraordinario parque marino, a tan solo pasos de su costa. Una experiencia superrecomendable si busca nuevas emociones de entretenimiento.

Si prefiere otras opciones más tranquilas en sus vacaciones, tomar sol en sus playas coralinas, pescar en sus muelles de colores chillones, hacer un poco de kayak por sus manglares, o dar un paseo en bicicleta por los alrededores de las islas también pueden ser sus alternativas.

Toparse en las calles de este precioso territorio, con art streets (arte callejero) en murales gigantescos que adornan las paredes de comisariatos, tienda de abastos o suvenires (recuerdos), es resultado del diseño que se respira en este pedacito de tierra, resultando un total deleite para su visual.

Uno de sus más queridos ahijados es Henk Roozendaal, autor de más de una veintena de estos cuadros a gran formato esparcidos por toda la isla, que agregan una pizca más de color al paisaje caribeño. Nacido en Holanda en 1947, dejó a un lado su vida como redactor, director de arte y creativo publicitario, para trasladar su hogar desde 1999 hasta la actualidad a este paraíso. Su obra ha sido expuesta tanto en la vecina Curaçao (pronúnciese ‘curasao’) como también ha levantado vuelo hasta la Gran Manzana, convirtiendo con su arte a personajes simples en tridimensionalismos colorfulls (a todo color).

La movida nocturna no es nada despreciable y muy recomendada. Si este es su plan, farrear un poco, su noche puede empezar con una carta extensa en restaurantes, pasando por los especializados en cocina argentina, mexicana o tailandesa, llegando a platos gourmet o comidas fusión, donde su paladar tendrá el derecho a escoger su menú. Buenos bares donde se prende la fiesta también están disponibles, tanto para los que disfrutamos degustar una cerveza negra fría bien europea, como para los que desean algún coctel de piña y coco bien caribeño. Seguro que tendrá tiempo de probar algunos con el pasar de la noche, y de trago en trago más de un amigo podrá añadir a su Facebook o, quién quita que esa noche también esté buceando Cupido.

Nuestro tiempo de mochilear terminó y el aeropuerto Flamingo está esperando. Más aventuras, más fotografías, más descubrimientos nos esperan en nuestra siguiente parada, que nunca termina siendo planificada. Lo invitamos a que nos escribas y nos cuentes adónde le gustaría que viajemos.

Datos Útiles

• Información turística y general de la isla de Bonaire:
www.tourismbonaire.com
• Buena comida y buena farra, muy recomendable:
www.citybonaire.com
• Si su presupuesto es de mochilero, este Bed & Breakfast es muy recomendable para su estancia: Bonaire Inn, Plasa Fraternana di Tilburg 2, Kralendijk, a pocos pasos de la iglesia central.

Fotos de: Leonardo Ampuero Photography

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