Motel brasileño: Romance perruno
El establecimiento que abrió en Curitiba (Brasil) en el 2012 tiene elementos que los clientes demandantes naturalmente esperan de un motel romántico. Brasil, después de todo, es un líder mundial en este tipo de palacios del placer de corta estancia, que atraen a las parejas para encuentros amorosos alejados de los ojos entrometidos con nombres como Swing, Absinthe y Alibi, y motivos de diseño como castillos medievales o el Viejo Oeste estadounidense.
Pero el motel romántico más nuevo de Belo Horizonte destaca de entre la multitud en un aspecto crucial. Es para perros. Animalle Mundo Pet, una empresa de ocho pisos en un distrito exclusivo en esta ciudad de 2,4 millones de habitantes, abrió su motel para perros entre pasillos que exhiben artículos como Cerveza para Perros con sabor a carne de res (no alcohólica), un spa para perros con una tina de remojo ofuro japonesa y ropa canina estampada con los símbolos de los clubes de fútbol locales Atlético Mineiro y Cruzeiro.
“Adoro la sensación romántica de este lugar”, dijo Andreía Kfoury, de 43 años de edad, gerenta en una compañía de tecnología que se asomó al interior del Motel Pet una mañana reciente mientras ella y su esposo hacían compras de ropa para su Yorkshire terrier, Harley. La pareja, entusiasta de las motocicletas, compró unos $ 500 en artículos importados de la marca Harley-Davidson para su perro. “Definitivamente, traeré a Harley aquí cuando sea el momento de que se aparee. Es muy macho, y será un éxito en este lugar”, dijo sonriendo Kfoury.
Si los perros como Harley realmente necesitan una suite romántica y encortinada para aparearse parece fuera de discusión. A algunos dueños de perros simplemente les gusta el concepto de un motel romántico para sus amorosas mascotas y están dispuestos a pagar unos 50 dólares por cada sesión, que Animalle felizmente concertará. Si no funciona como está planeado, algunos están dispuestos a pagar incluso más por la inseminación artificial, otro de los servicios de Animalle.
La economía brasileña
La atmósfera de colmena en la megatienda para mascotas de Belo Horizonte, que emplea a unas 35 personas (sin contar a los veterinarios de turno), demuestra no solo la creciente población de perros mascota de Brasil, ahora en unos 36 millones, sino también los importantes cambios en la sociedad brasileña después de años de crecimiento económico y patrones demográficos cambiantes. Tiendas similares prosperan en otras grandes ciudades brasileñas; en Sao Paulo, se ha abierto un hospital público para perros y gatos; y algunos cirujanos plásticos ofrecen inyecciones de botox para perros.
Desde que entró en vigor un programa de estabilización económica en los años 90, el ingreso per cápita se ha elevado significativamente en Brasil, a unos $ 10.700 al año, según el Banco Mundial, permitiendo a la gente gastar más en sus mascotas. Las familias son ahora más pequeñas, pues la tasa de fertilidad de Brasil ha declinado a menos de 1,9 hijos por mujer, respecto de 2,5 en los años 90, según estadísticas del gobierno, lo que da a las mascotas nueva importancia en muchos hogares. Y la esperanza de vida ha ascendido de 67 a 73 años de edad en ese periodo, incrementándose los años en que la gente podría recurrir a las mascotas como compañeros.
El surgimiento de un Brasil de clase media, en particular, ha conducido a un rápido crecimiento en los servicios para perros y sus entusiastas dueños. En algunos nichos, Brasil supera a Estados Unidos y otros países de altos ingresos: La nación es la número uno en propiedad per cápita de perros pequeños (que pesan 9 kilos o menos), con casi 20 millones de ejemplares, según Euromonitor, una compañía de investigación de mercados.
“Me cansé de practicar el derecho y vi que el mercado para perros estaba despegando”, dijo Daniela Guimaraes Loures, de 28 años de edad, dueña de un dálmata que invirtió un millón de dólares con su hermano en abrir Animalle en julio. Refiriéndose a las cifras publicadas en revistas de la industria brasileña como Pet Business, dijo que las tiendas para mascotas en el país generan más de $ 6.000 millones en ingresos anuales totales.
Para abrir el motel de perros, los hermanos arrendaron un local donde funcionaba un hospital infantil en Gutiérrez, un área frondosa de Belo Horizonte. Ahora ofrecen alojamiento para perros y gatos, un taxi de mascotas que recoge y entrega animales, una cafetería para perros que ofrece manjares como muffins con sabor a carne de res y una tienda que vende productos especializados como Chic Animale, un perfume para perros que es producido en Porto Alegre, una ciudad en el sur de Brasil. Se vende por 40 dólares por botella.
Aunque partes del establecimiento atiende a los dueños de gatos, peces y roedores como el jerbo mongol, la atención evidentemente se centra en los perros.
Juliana Lima, de 24 años de edad, una estudiante de psicología que trabaja en Animalle cortando el pelo y bañando perros, dijo que la demanda del motel para perros era fuerte, aun cuando no estaba claro todavía si alguna de las sesiones de apareamiento produciría descendencia. “Solo ha estado abierto por unos meses y esto es algo nuevo”, dijo Lima.
El motel para perros aprovecha una cierta fascinación en Brasil con los sitios de corta estancia para actividades sexuales. Los moteis de Brasil comparten ciertos elementos, como su arquitectura y escenarios temáticos, con los famosos hoteles del amor de Japón.