25 años: Soñando sobre el escenario

A sus 23 años, José Miguel Salem solo tenía un sueño: dirigir y producir musicales en Guayaquil. Esta gran determinación fue lo que le permitió superar los obstáculos que implicaba, en 1988, desarrollar un espectáculo de teatro musical en la ciudad.

“Tenía 23 años y la mente llena de proyectos y cuando tienes ese objetivo tan claro, pueden venir muchas dificultades, pero no te das cuenta”, expresa. “Para mí, en esa época, era solo un luchar y luchar hasta conseguir nuestro objetivo”.

El primer show que presentó fue Una noche en Broadway, en el Teatro Centro de Arte, el 17 de agosto de 1988. Se trató del primer espectáculo nacional que se exhibió en el recién inaugurado espacio cultural. Para montar el espectáculo, Salem recorrió las escuelas de danza que entonces existían en Guayaquil y de entre sus alumnas reunió su elenco. Entre sus primeras integrantes estuvieron Carla Sala, Yesenea Mendoza, Marián Sabaté y Patricia Salem.

“Empezamos sin ningún espectáculo anterior como referencia y fue montar todo desde el principio. Ensayamos todos los días en la academia Raymond Maugé de nueve a doce de la noche durante casi un año, porque nadie bailaba jazz, ni danza teatral y tuvieron que aprender todo desde cero”, recuerda. “Gracias a Dios, con este grupo de personas que conformamos, la ciudad nos recibió de una manera espectacular y eso ayudó mucho”, expresa.

El nombre de Danzas Jazz llegaría el año siguiente para la presentación del espectáculo Calor de Luna. “En 1989 ya bautizamos el grupo como Danzas Jazz y desde entonces empezó a darse a conocer”, explica.

Con el tiempo, el trabajo de Salem dejó de limitarse al escenario y decidió abrir sus escuelas de danza. “La primera escuela se abrió en 1990 y actualmente ya tenemos cuatro sedes en Guayaquil”, comenta. “Más allá de generar talento, creo que hemos descubierto talento en muchos de nuestros estudiantes y también los hemos inspirado a ir mucho más allá”, expresa Salem.

Hasta el momento, Danzas Jazz ha presentado 35 musicales, entre ellos, La Cenicienta, La Bella y La Bestia, El mundo de Oz, Aladino y la lámpara maravillosa... Aunque sus shows se han enfocado en el público infantil y familiar, Salem no descarta montar en el futuro un espectáculo para adultos. “Sería un nuevo desafío”, afirma.