Belleza americana: Sin esfuerzo

Por Gonzalo Peltzer
13 de Julio de 2014

“En el 2050 uno de cada tres estadounidenses será de origen hispano y los de origen mexicano habrán superado a los de origen africano… y el presidente se llamará Washington Fernández, me la juego”.

El pasado 4 de julio apareció una nota genial en el periódico La Opinión de la ciudad de Nueva York. Ya sabe que el 4 de julio es el Día de la Independencia de los Estados Unidos desde 1776 y que en Nueva York hay diarios en todos los idiomas, pero se habla en castellano... bueno y también un poco en inglés.

El artículo cuenta hasta 20 señales por las que Estados Unidos es un país hispano, más latino que nunca, y las 20 son muy buenas razones, nada rebuscadas a pesar de lo redondo del número. Que es nuestro ya lo sabíamos, en gran parte porque ningún latinoamericano se siente extranjero en EE.UU. y sí en Canadá. Lo de hispano y latino en cambio ya no me gusta tanto. Decir que es latino, o hispano, un inca, aimara, guaraní, achuar, azteca, mbyá, tehuelche, araucano... es por lo menos un despropósito. Mucho más un alemán, un sirio-libanés o un judío de nuestras pampas, tan americanos hoy como los llamados blancos en Norteamérica.

Pero volvamos a las razones por las que los EE.UU. son hispanos. En el 2050 uno de cada tres estadounidenses será de origen hispano y los de origen mexicano habrán superado a los de origen africano… y el presidente se llamará Washington Fernández, me la juego. Y si seguimos sumando años verá que en el 2100 ya seremos mayoría absoluta. Una de las 20 razones del diario La Opinión es la tasa de natalidad: los hispanos tienen los hijos que los digamos europeo-americanos no quieren tener.

Pero no solo les ganamos a la hora de procrear americanitos de pelo chuzo (chuzudo), también se han impuesto en los EE.UU. los sabores, los colores, el movimiento y la belleza latinoamericanos, que han corrido al rincón del olvido al sosísimo modelo Doris Day, el hot-dog y las faldas escocesas. Al dar sus razones el diario La Opinión resalta las curvas criminales de Jennifer López o de Shakira. Lo hace con toda la razón del mundo y agrega que es imposible para una norteamericana media competir con esa “belleza sin esfuerzo”.

Quedan muchas señales, políticas, económicas y sociales. Yo ahora agrego esta, a tiempo para el partido final del campeonato mundial de fútbol en Brasil. Los norteamericanos están cada día más entusiasmados con el soccer, como llaman caprichosamente al fútbol. No hay estadísticas ni proyecciones, pero auguro que en el 2050, cuando Washington Fernández llegue a la presidencia, por fin los norteamericanos se dejarán de practicar esos deportes absurdos, imposibles de entender, que todavía los entusiasman, en los que, por cierto, también los de origen hispanoamericano están entre los mejores. Llegarán a la final del Mundial de Fútbol 2054 y espero que sea contra la Tricolor, pero no me pregunte quién va a ganar porque no lo sé.

gonzalopeltzer@gmail.com

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