Aniversario de Mera
Todos los ecuatorianos sabemos que Juan León Mera es el autor de la letra del Himno Nacional: “¡Salve, oh Patria!, ¡mil veces!/ ¡Oh Patria! ¡Gloria a ti! ¡Gloria a ti!/ Ya tu pecho, tu pecho rebosa…”. La escribió en 1865. Por tanto, en el 2015 se conmemorarán 150 años de esta creación, a la que luego Antonio Neumane le puso la música. Es este himno uno de nuestros símbolos patrios.
Mera también es autor de Cumandá, que se publicó en 1879, y que por algún tiempo se consideró la primera novela ecuatoriana. Hasta cuando se tuvieron noticias de que anterior a Cumandá fue La emancipada, de Miguel Riofrío, que data de 1863.
Pero Mera es más que un novelista o el autor de nuestro Himno Nacional. Es un hombre que escribió ensayo, crónica y poesía, y que rescató cantares populares y tradiciones religiosas. Se lo considera el primer autor que escribió sobre los indígenas. Político militante, fue uno de los fundadores de la Unión Republicana, organización política que antecedió al Partido Conservador Ecuatoriano. Ocupó varios cargos públicos. Como diputado de la Asamblea Constituyente, en 1861, se opuso a la pena de muerte y abogó porque los analfabetos fueran considerados ciudadanos.
Fue el primero en escribir una obra de crítica literaria en el país, a cuya publicación tituló Ojeada histórico-crítica de la poesía ecuatoriana. Se editó en 1868. Fue, además, un hombre profundamente religioso. Su madre y su abuela fueron sus guías espirituales. Reconocía a Dios como su base. Tenía una visión marcadamente religiosa.
Entre las muchas obras que escribió están también los textos que conforman Novelistas ecuatorianas. Mera, un hombre del siglo XIX, nació en Ambato el 28 de junio de 1832, el mismo año y en la misma ciudad que Juan Montalvo. Falleció a los 62 años, el 13 de diciembre de 1894, luego de una prolífica vida, que estuvo marcada por acontecimientos como la ausencia del padre en el hogar durante los años de infancia, ciertas estrecheces económicas y su vasta actividad intelectual desde muy joven.
La obra de Mera se ha convertido en un referente no solo de la literatura, sino del pensamiento crítico nacional, con su ojeada crítica de la poesía ecuatoriana, aunque hay opiniones contrapuestas sobre él y sus obras, a la que algunos destacan y otros le ponen reparos. Así, por ejemplo, mientras Jorge Dávila Vázquez elogia Novelistas ecuatorianas, a la que califica como “frescos frutos que parecen emerger del centro mismo del pueblo, con todos sus problemas, sus dudas, sus sueños, sus esperanzas y sus frustraciones”, Agustín Cueva, en su libro Lecturas y rupturas, señala que en “Cumandá hay una apología dolorosa del cristianismo, de un cristianismo que se nos presenta decidido a borrar su pasado feudal escribiendo una nueva historia, de expiación y bondad, en un escenario virgen”.
Algunos señalan a Mera como el defensor de una clase social, la aristocracia criolla. Lo cierto es que hoy representa uno de los grandes nombres de la literatura ecuatoriana y puede considerárselo uno de los constructores de la nación. (O)
