Nuevo sistema de alcantarillado en Guayaquil
Una tecnología innovadora está rehabilitando el colector (tubería principal) del alcantarillado de la calle 6 de Marzo, en el sur de Guayaquil.
Es la primera vez que esta tecnología alemana es empleada en nuestro continente. La ejecuta la compañía argentina Reconstrucción Caños S.A., dueña de la franquicia italiana Forever Pipe.
La Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guayaquil (Emapag) los contrató (previa licitación) para realizar la limpieza y reconstrucción de dos de los seis kilómetros del colector llamado Parson’s, que avanza por debajo de la calle 6 de Marzo, donde funcionan 25 cámaras ubicadas mayormente bajo las intersecciones de las vías.
“Antes era necesario romper toda la calle para construir o rehabilitar un sistema de alcantarillado. Ahora solo debemos perforar las cámaras, sin dejar largas zanjas; así estamos reemplazando tuberías que tienen más de 50 años”, indica Víctor Ubillús, gerente de Reconstrucción Caños S.A. en Ecuador, empresa que comenzó esta labor en mayo anterior y tiene planeado terminar en abril.
Avance robótico
El experto resalta que es la primera vez que esta tecnología se utiliza en nuestro país, y que en pocos meses será empleada también en Argentina, que requerirá un trabajo similar con tubería de entre 1.000 y 2.000 mm de diámetro.
Lo primero en este procedimiento es abrir las cámaras y realizar la limpieza del sedimento en las tuberías con mangueras de presión y succión, para que luego un robot (similar a un carrito) recorra los ductos revisando la presencia de grietas o agujeros. De haberlos, se los repara con placas metálicas o cemento.
Pero lo más innovador apunta a la instalación de la nueva tubería, que llega en forma de un carrete de material denominado SPR (Sekisui Pipe Rehabilitation, o sistema de rehabilitación de tubería), que extendido parece una larga cinta de plástico firme.
Otro robot, con forma circular, es introducido en los ductos para transformar ese material en la nueva tubería, que se extiende poco a poco por todo el colector. Luego, un mortero inyecta cemento para rellenar completamente el espacio que queda entre la vieja y la nueva tubería. “Así logramos tuberías para más de 50 años de operación”, indica Ubillús.
Este proceso se desarrolla sin detener el servicio de alcantarillado a los usuarios, ya que mientras se trabaja en una cámara, existen mangueras y tubos temporales que mantienen conectado todo el sistema de aguas servidas.
También resulta importante aplicar estrictas medidas de seguridad entre los 26 empleados que trabajan en la obra, debido principalmente a los gases nocivos que genera el alcantarillado.
Emapag tiene planeado que se realicen trabajos similares en los otros cinco colectores de la ciudad, para lo cual efectúa otro proceso de licitación con todas las empresas interesadas en ejecutar la obra. (I)