La literatura en Facebook
En redes sociales, cada quien se construye el perfil que desea proyectar. El usuario publica lo que le apetezca. Por ese motivo, es común hallar en estos espacios desde fotografías de comidas hasta historias de rupturas amorosas. Fotos de noviazgos. De viajes. De idas al cine. Del nuevo corte de cabello. Del último concierto. O de la reciente reunión de amigos o de familia. Mi prima suele decir: “ojos que no ven, Facebook te lo cuenta”.
En medio de todo este marasmo, de vidas privadas expuestas al ojo público, en las últimas semanas han aparecido en Facebook las nominaciones. Son juegos mediante los cuales un contacto nomina a otro para que haga revelaciones. Así, por ejemplo, uno impulsa a que el nominado dé detalles de sí mismo que quizá los otros desconocen. Otro, que la persona haga el balance de las acciones positivas del día. Y un tercero, que cite los diez libros que más la han impactado. Y hay más. Muchos más.
No sé el origen de estos juegos, ni me ha interesado buscarlo. Pero de todos ellos, el que me ha interesado es el de los libros. Hace poco fui nominada y luego de hacer mi lista, nominé también a algunos contactos. Entre juego y juego, he descubierto a grandes lectores, aficiones literarias, coincidencias de lecturas y sugerencias de libros que no he leído y que he decidido leer. Todo, gracias a este intercambio de información en la red.
Trilce, de César Vallejo; El último suspiro del moro, de Salman Rushdie; y Lazos de familia, de Clarice Lispector, encabezan la lista de preferencias de la escritora y catedrática Yanna Hadatty Mora. La periodista Lola Márquez pone entre sus libros imprescindibles El vizconde demediado, de Ítalo Calvino. “Me hizo ver el valor de la incompletud del ser humano, cómo ninguno es totalmente entero, a través de una historia tan sencilla, encantadora”, sostiene. Otro libro que destaca es Los Miserables, de Víctor Hugo. “Infaltable, tiene todo, es como varios libros en uno solo, de mis amores mayores”, dice.
El escritor Hans Berh Martínez nombra Adiós Cordera, de Leopoldo Alas. “Ha sido una de las historias que jamás han desaparecido de mi mente”, refiere. De El príncipe feliz, de Oscar Wilde, afirma: “Fue toda una invitación a ingresar a la literatura infantil”.
La actriz, directora y catedrática Nitsy Grau, cubana residente en Guayaquil, pone entre sus libros clave Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, y La insoportable levedad del ser, de Milan Kundera. “Tengo que hacer una lista de los 10 libros que han marcado mi vida. Lo primero que me viene a la mente es una biblioteca antigua de mi pueblo donde ponían una foto de los mejores lectores del mes, y ahí aparecíamos siempre mis hermanos y yo, con caras de pequeñas ratas devoradoras de letras”, escribe, como preámbulo, a su top 10.
La pintora Olga Lagautenko señala La isla de los pingüinos, de Anatole France. Y de Herman Hesse, El juego de los abalorios. “La metáfora que él propone es genial. De todos los conceptos que antes eran los pilares de nuestra vida, solo el concepto de juego no se derrumbó”, señala Lagautenko.
Estos son solo varios ejemplos de las muchas respuestas que en estos días se hallan en Facebook. Leer estos comentarios ha resultado encantador y entretenido. Además, es una constatación de que las redes sociales son lo que cada usuario quiera hacer de ellas. Que siga el juego.