La montaña rusa

Por Hernán Pérez Loose
04 de Enero de 2015

La debacle económica y social que se avecina en Rusia tiene como origen una peligrosa mezcla de narcisismo político, clientelismo capitalista y oportunismo galopante. En la cúspide de este peligroso andamiaje que se ha comenzado a desplomar está Vladimir Putin, el pretencioso exagente de la KGB que dirige a esa gran nación por casi una década. La historia de su ascenso es una mezcla de thriller policiaco, con personajes que parecen sacados de una novela de John Le Carré.

Para quienes quieran informarse sobre el origen de la Rusia de Putin, y, de paso, disfrutar de una suerte de novela, podría comenzar leyendo el libro de David Hoffman, Los oligarcas: poder y dinero en la nueva Rusia (Random House, Literatura. Barcelona).

El libro analiza el vertiginoso ascenso de cuatro hombres de negocios rusos que terminaron por ser los arquitectos de la Rusia de hoy: Anatoly Chubais, Mikhail Khodorkoski, Boris Berozovsk y Vladimi Gusinky.

Hasta el colapso de la Unión Soviética ellos eran simples ciudadanos rusos, gente equivocada que estuvo en el momento oportuno, pero con la suficiente ambición y audacia para apoderarse de toda una nación en cosa de pocos años.

Escrita por el corresponsal del Washington Post en Moscú durante aquellos cruciales años de la caída del imperio comunista, el libro explora el pasado de estos cuatro individuos, y muestra las razones que los llevaron a gozar de tanto poder. Con una impresionante cita de fuentes, Hoffman lleva al lector por el complicado laberinto de la política rusa de esa época.

Desde el suicidio de dos tesoreros del Partido Comunista por la desaparición de millones de dólares en lingotes de oro, y la utilización de cónyuges para esconder fortunas, hasta los graves errores de política exterior, la historia que nos cuenta el autor parece superar la ficción.

Una de las cosas que lo hacen interesante al libro es descubrir que sus protagonistas fueron sustituidos (unos exiliados, otros presos) al poco tiempo por otra camada de oligarcas que vinieron liderados por Putin –que aparece al final de la obra– y que lograron aprender de los errores de sus antecesores.

Lo curioso del caso es que la caída de estos oligarcas estuvo ligada al colapso financiero que sufrió Rusia en 1998, y que llevó a la economía a una caída espectacular con un costo social enorme. Una crisis que le abrió el paso a Putin y su gente. ¿Ocurrirá algo similar ahora con la probable quiebra de la economía rusa?

hernanperezloose@gmail.com

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