Paz y su laberinto
En estos días se está celebrando en el mundo literario el centenario del nacimiento de Octavio Paz, poeta, ensayista y diplomático mexicano que recibiera el Premio Nobel de Literatura en 1990. Nacido en México el 31 de marzo de 1914, Paz es una de las figuras más influyentes de las letras latinoamericanas. En México y en muchas otras partes habrá una serie de celebraciones este año.
Junto con la de Neruda, Borges y Vallejo, su poesía tuvo gran recibimiento fuera del mundo hispano. Aunque en general sus poemas siguen el metro y la ritma regular, en muchos experimentó con su forma. Entre los más conocidos se encuentra Piedra de sol (1957), en referencia al planeta Venus, que los aztecas asociaban con el Sol y el agua. (“Voy por tu cuerpo como por el mundo/ tu vientre es una plaza desolada/… /Voy por tu talle como por un río/ voy por tu cuerpo como por un bosque/ como por un sendero en la montaña/ que en un abismo brusco se termina/...”).
Su abuelo fue novelista y su padre, secretario de Emiliano Zapata. Luego del asesinato de este último, la familia de Paz se exilió en Estados Unidos. A su regreso a México estudió Derecho y además Letras. Inspirado por Neruda su ambición desde joven fue ser un poeta. A partir de 1933, Paz escribirá más de 40 libros.
Durante la Guerra Civil española conoció a André Malraux, André Gide e Ilja Ehrenburg. Su férrea convicción a favor de la libre expresión y la democracia –y su acercamiento artístico al surrealismo– lo alejará con el tiempo del estalinismo y más tarde de las dictaduras comunistas. Su escepticismo por las utopías era grande. “Aquel que construye la casa de la felicidad futura edifica la cárcel del presente”.
El inventario de sus intereses fue vasto. Como nos los recuerda Juan Villoro, estos incluían las luchas sociales del siglo XX, los presocráticos, el arte tántrico, sor Juana y Siglo de Oro, el estructuralismo, el PRI, las drogas, el erotismo, la antropología, entre otros. “Enciclopédico y torrencial, parecía dedicado a la desmesura de construir la civilización de un solo hombre”.
De su impresionante obra literaria, El laberinto de la soledad ocupa un sitial. En el libro se refleja la preocupación de Paz sobre la psicología y moralidad de los mexicanos. Para ello el autor se embarca en un fascinante estudio histórico y antropológico que desemboca en el inconsciente como origen de la conducta individual y colectiva. La editorial Cátedra (Madrid, 2004) tiene una excelente edición de este libro cuya lectura recomendamos.
