Cervezas artesanales 'bien heladitas'
El mercado de las cervezas artesanales crece en el país (como la espuma), impulsado por emprendores como estos, que vienen de varias provincias.
Guayaquil, Guayas
Cuatro ingredientes que hacen magia
La cerveza se elabora con agua, malta, lúpulo y levadura. “Dependiendo de su combinación, obtienes un tipo distinto de cerveza. También depende del tipo del ingrediente. Hay lúpulos con aromas cítricos, florales, frutales y demás. Cambias solo un lúpulo y cambia el sabor de la cerveza”, indica Diego Reyes, quien en mayo lanzará el primer lote de la cerveza artesanal Bajamar, de su autoría.
Desde los tiempos del colegio él quería ser un maestro cervecero, pero terminó estudiando tecnología de alimentos debido al reducido mercado laboral que observaba en Ecuador en esos tiempos. “Estudié en el Tecnológico de Monterrey (México) durante cinco años. Regresé al Ecuador y comencé a trabajar en esa especialidad. Hasta que un día mi esposa, Sofía, me regaló un kit para elaborar cerveza artesanal. Allí regresó mi entusiasmo por el mundo de la cerveza”, dice Diego Reyes, quien en el 2016 realizó una especialización de seis meses sobre la cerveza en Madrid.
“También viajé por Europa y conocer más sobre la cultura por esa bebida en países como Inglaterra, Alemania, Bélgica y República Checa, donde es bebida tradicional”.
Ahora tiene la pasión y los conocimientos suficientes para abrir una fábrica de cerveza dentro de un mercado competitivo que tiene prestigiosas marcas de ese tipo, como Porteña, Impala, Odisea, Hops 22, Hopfen...
Canoa, Manabí
Como legado del gringo Roche
La cerveza artesanal Roche generó excelentes comentarios durante los 5 años que se produjo en la parroquia Canoa, bajo el liderazgo del estadounidense Brandon Roche.
Por eso, cuando este empresario decidió abandonar la zona costera para regresar a su país natal, dos de sus colaboradores, Oswaldo Cuero (maestro cervecero) y Pedro Salazar (distribuidor) adquirieron las instalaciones y las fórmulas para continuar con ese legado. Así nació Beerkingo, que opera desde hace un año bajo ese nombre, “pero mantiene la tradición de 6 años de producir buena cerveza”, dice Pedro, cuya singular imagen con bigote y barba de vikingo inspiró la marca y el logo.
“Todos los ingredientes son importados. La cebada viene de Chile y Alemania, según el tipo de cerveza que se requiera”, agrega.
“Brandon nos sigue apoyando con consejos o enviándonos recetas que tienen éxito”, señala Oswaldo, quien es el maestro productor de siete variedades de esta bebida que distribuyen en bares de Canoa y de otros poblados.
Machachi, Pichincha
Con agua de vertientes andinas
Como estudiante de ingeniería química en Inglaterra, Paul Calderón se sintió asombrado del concepto de tener cervecerías locales que se vuelven parte de la identidad de las ciudades y pueblos. “Por tal razón nace La Cayetana, con el objetivo de algún día ser parte de la identidad del valle de Machachi (donde la producimos) y reconocida por su calidad”, indica este ingeniero químico con maestría en biotecnología.
Sobre la cultura por la cerveza artesanal en Ecuador, Calderón considera que está creciendo poco a poco. “El cliente es cada vez más exigente y las cervezas artesanales de hoy, que más que artesanales son independientes, son muy superiores a las que se hacían el año pasado o hace 3 años. Es un mercado competitivo y, por lo tanto, se exige muy buena calidad”.
Paul trabaja con aguas de vertiente de Machachi. “Somos una cerveza de hacienda y campo, la cerveza se produce en las faldas del volcán Corazón (3.800 m), lo cual contribuye con condiciones ambientales favorables únicas”.
Este profesional destaca la calidad del agua usada como ingrediente como una de las principales variables en el sabor de la cerveza, por tal razón considera que el sabor de su cerveza es irrepetible. Y eso lo llena de orgullo.
Cuenca, Azuay
Orgulloso de su ‘Chicha’ de Jora
Pedro Molina comenzó hace ya 9 años con su producción. “Soy uno de los pioneros de cerveza artesanal en Ecuador”. Hace nueve años era más caro importar maquinaria, así que él desarrolló su propio equipo.
Este cervecero tuvo un aprendizaje autodidacta, de ensayo y error. “Después de producir miles de litros de cerveza durante muchos años, el aprendizaje se mide no por cuántos litros buenos se han vendido, sino cuántos litros has echado a perder por descuidos y errores”.
Su producto se diferencia del resto por la inclusión de la jora (maíz malteado) y otras especias como el ishpingo, canela y clavo de olor. “Puka Jora es una chicha de jora elaborada con procesos cerveceros controlados. Esta cerveza nos lleva al carnaval, a la minga, a la fiesta popular”, indica, y la expende, por ejemplo, en su bar en la turística zona de la Calle Larga, donde ofrece parte de su producción de cervezas de estilo inglés, belga y alemán.
Molina considera que hace 5 años existían solo 5 microcervecerías en Ecuador y unos pocos cerveceros caseros. Hoy en día existen 60 marcas, de las cuales unas 35 tienen notificación sanitaria.
Santo Domingo de los Tsáchilas
Inspirado en la cultura cervecera de Estados Unidos
A mediados del 2015, Rolando Remache aprovechó las fiestas de cantonización de Santo Domingo (3 de julio) para realizar una degustación a los transeúntes que presenciaban el desfile.
Ese estudio de mercado apuntaba a conocer cuál de las 11 variedades de esta bebida finalmente se quedarían en el mercado bajo la marca Triple, quedando escogidas la ‘blonde’, ‘stout’ y la ‘ipa’.
Luego comenzó a distribuirlas en los bares. “Tuvimos una gran aceptación. Así duplicamos la producción de 20 a 40 litros semanales”, indica Rolando, quien ahora suele viajar con su producto a los lugares donde se distribuye: Quito, Latacunga, Tungurahua y Santo Domingo de los Tsáchilas, que consumen unos 3.000 litros mensuales, en botellas de 330 ml.
“Mis viajes a Estados Unidos y ver la cultura cervecera allá me dieron la idea de emprender con esta clase de bebidas”. Primero acondicionó un espacio en su casa, ubicada en la cooperativa de vivienda Santa Martha, en Santo Domingo, y a mediados del 2016 inauguró una planta de 20 x 15 m2 en el kilómetro 215 de la vía Guayaquil-Santo Domingo. “Mi familia es mi gran apoyo para este emprendimiento”. (M. P.) (I)