Herejes de Padura
En una sala abarrotada de gente, el escritor cubano Leonardo Padura presentó en La Habana su novela Herejes, una obra “en contra de prejuicios” que integra episodios históricos de la diáspora judía, la vida del pintor Rembrandt y en la que rescata como personaje al detective Mario Conde. “Es una novela con la que pretendo hacerles pensar, pero es una reflexión que debe partir de una necesidad, como una propuesta de comunicación”, señaló el escritor en la presentación del libro.
Más de un año después de su lanzamiento en España y otros países europeos, Herejes salió a la venta en Cuba con una tirada inicial de mil ejemplares, que se vendieron casi en su totalidad. Narra un episodio histórico de 1939, el abandono de 937 judíos que dejaron Alemania en el barco S. S. Saint Louis, huyendo de los nazis y con el propósito de ser acogidos en Cuba, que finalmente nunca les autorizó para desembarcar y estos tuvieron que regresar a Alemania.
Ese hecho histórico se entrelaza con otras historias que pasan por el pintor holandés Rembrandt, la “conversión forzosa a la cubanía” de un polaco judío y la eclosión de la tribu urbana de los “emos” en La Habana, en la que rescata a su célebre personaje del detective Mario Conde, que vuelve “más viejo, más nostálgico y más herido”.
Padura explicó que la obra trasciende los géneros histórico o policiaco. “Parte de la intención de no condenar lo que desconocemos, sino de intentar comprender. Es una novela polifónica, con voces narrativas diferentes, momentos históricos diferentes y personajes que no se sabe cuál es el protagonista porque todos lo son”, resumió el escritor.
La crítica y editora cubana Marilyn Bobes definió la novela como “la obra más ambiciosa” de Padura, una “historia intemporal del ser humano en su búsqueda del libre albedrío. Confirma su oficio y madurez literaria por su estilo de altos quilates y prosa de lujo”. Efe