Literatura infantil

20 de Julio de 2014
EFE

La literatura debe “seducir” y con esa intención el escritor Antonio G. Iturbe creó La isla de Susú, una obra infantil concebida como “una pausa” en el ajetreado mundo actual, con una protagonista rebelde e independiente inspirada en el extravagante personaje de Pippi Langstrump. “Quería hacer un libro divertido, que dejara un poco de poso e hiciera pensar un poco, porque caminamos muy deprisa, pero no sabemos adónde vamos”, asegura Antonio G. Iturbe, quien afirma que le seducía la idea de “introducir la pausa” a través de la isla Marabú, un islote desierto del Pacífico, poco habitado, al que llega Susú para ejercer de jardinera submarina.

Lulú, una joven muy independiente, camina por la vida “con mucha prisa” y con un toque rebelde a lo Pippi Langs-trump, Pippi Calzaslargas, una niña que para el creador de La isla de Susú (Edebé) fue “como un cortocircuito” en una época de una televisión “muy gris y aburrida”.

La obra, de la que ahora se acaban de publicar los títulos Un jardín en el fondo del mar y ¡Silencio se rueda!, trata de hacer pedagogía “sin aburrir”, con ilustraciones de Alex Omist. Además, para la construcción de la historia también se inspiró en un referente de su niñez, El principito de Saint-Exupéry. “Se trata de un guiño a la rosa del principito, al momento en que descubre que, aunque en la tierra hay miles de rosas, la suya es especial”, pequeñas referencias que, según su autor, entroncan con esa idea “de vida un poco más pausada”.

Para Antonio G. Iturbe, la profesión de jardinera submarina “no es tan rara”, al considerar que en la tierra se vive “obsesionado” con la idea de abrir bases en la luna o mandar sondas a Marte, “mientras que ahí abajo, en el fondo del mar, hay un mundo enorme por descubrir, cordilleras que no se han cartografiado y montones de barcos sumergidos que nadie ha encontrado”.

  Deja tu comentario