la re vista 47 ...................... mento en que vea que sufre”. Para la psicóloga, los niños se predisponen a ser felices o infelices desde el vientre materno. “De la madre depende la estabilidad emocional que empieza con que ella sepa mantenerse tranquila dentro de lo posible y que sepa hablarle al niño desde esa etapa en que el cerebro y sus conexiones se están desarrollando. En mi experiencia”, indica Zea, “un niño feliz, que aprende con facilidad, lo es desde antes del nacimiento. Padres estables, niños estables”. Si ya tomó la decisión No todos los padres tienen la facilidad para tener a su niño en casa hasta los 4 años. Usted debe saber que todos los niños y niñas experimentan temores a lo desconocido, “pero este puede ser mayor cuando los padres no saben manejar la situación”, comenta la psicóloga, orientadora y terapeuta familiar Toyi Espín de Jácome. Por eso es necesario que la pareja se ponga de acuerdo con la incorporación del niño al jardín de infantes. Brinde seguridad. “Su actitud debe ser de calma y serenidad, demostrando seguridad ante el niño, y que así sea más fácil la adaptación al medio escolar”. Tenga una etapa de preparación. “Hable con ellos antes de ir al preescolar. Introduzca actividades similares al jardín: garabatos en hojas grandes con crayones. Visite el lugar un par de veces para que los niños se familiaricen. Hable con los maestros a cargo para conocer cómo será el desarrollo de ambientación y adaptación del niño y cómo manejan el tema del llanto en clases”. QUÉ HACER Y QUÉ NO Lo que no se debe hacer: La fase de adaptación toma, aunque pueden existir excepciones, de una semana a dos. “Los niños dejarán de llorar siempre y cuando los padres no claudiquen y aporten pos i t i v a m e n te ”, dice Espín, quien identifica algunos síntomas de s o b re p ro te cc i ó n : – Claudicar y no insistir a través del diálogo en que deben quedarse. – Discutir y no llegar a acuerdos como pareja en relación de la participación de los niños y niñas en el jardín. – Boicotear la planificación de las maestras del jardín, negándose a colaborar con lo programado para la adaptación. – Dejarse llevar por las emociones y el llanto de los niños para no enviarlos al j a rd í n . Asimismo, la especialista destaca algunos comportamientos positivos que ayudarán a los padres y a su familia para hacer de esta experiencia algo positivo y menos traumático. Los padres pueden intentar: – Despídase de su hijo e hija (no desaparezca repentinamente, esto les da más inseguridad). – Despídase leyéndole un cuento o haciéndole con la mano desde la ventana. – Envíe al jardín una cobija o muñeco preferido para que lo acompañe durante la clase y le dé mayor seguridad. ›› P
Guía de Regreso a clases 2017
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