Iván Vallejo en la graduación del CEBI. Abajo: él proyectó el dibujo que hizo a los 12 años. ‘¿Quién deseas ser?’ Estos tres personajes tienen mensajes para quienes desean luchar por su vocación. Descubrió su vocación a 52 la re vista ...................... los 12 años de edad, revisando una revista en la biblioteca de su escuela en su natal Ambato. Era un artículo titulado “El hombre y la montaña”, en el cual aparecía una foto de Tenzing Norgay, quien junto a Edmund Hillary fue el primer hombre en coronar el Everest, en 1953. “Eso quiero hacer con mi vida”, se dijo a sí mismo Iván Vallejo Ricaurte, gran montañista ecuatoriano. Por ello, cuando dos meses después el pequeño Iván escuchó que su profesora de Orientación Vocacional le solicitaba a su grado que cada niño se dibuje con su sueño más importante, él se imaginó en la cúspide de la montaña más alta del mundo. “Me dibujé con barba y bigote, porque el look es lo primero (bromea), también con ropa gruesa y un gorro. En una mano sostenía un piolet (especie de pico en forma de T) y en la otra una bandera de Ecuador. Con una cuerda atada al cuerpo”. Y bajo el dibujo escribió: “Cuando sea adulto, en la cumbre del Everest”. Iván Vallejo recuerda esa anécdota durante una charla dictada el martes 21 de marzo, a los alumnos que se graduaban de la Unidad Educativa Interamericano (CEBI), en Guayaquil. Durante su ponencia, Iván compartió estos consejos para los jóvenes graduados, que igual funcionan para cualquier alumno que desea explorar su mayor sueño profesional. 1. Tener referentes positivos que nos motiven grandes aspiraciones. Iván quería ser como Tenzing Norgay, sin importarle después las voces que le decían que renunciara a ese oficio. 2. Primero soñar, luego aterrizar el sueño. ¿Cómo? Planteándose metas. En primer curso del colegio, Iván se fijó como propósito conquistar la cumbre del volcán Chimborazo, en sexto curso. 3. Prepararse con responsabilidad. La vocación es solo el primer paso. Iván ingresó inmediatamente a un club de montañistas para aprender esa actividad y empezar a escalar montañas andinas hasta llegar al Chimborazo, el cual conquistó el 17 octubre de 1978, en sexto curso, cumpliendo su propósito. 4. Establecer prioridades. Iván abandonó el montañismo cuando se dedicó a estudiar ingeniería química, carrera que concluyó para complacer a su madre. Él tenía claro que debía dar el 100% a sus años universitarios, aunque luego se dio cuenta de que era un error estudiar esa especialidad. 5. Aceptar los errores como parte del camino… y corregirlos. Iván se graduó de ingeniero químico, y entre 1984 y 1988 trabajó en esa profesión, queriendo compartirla con el montañismo, pero no pudo. Así que renunció e ingresó a la docencia universitaria, y así pudo practicar el alpinismo en sus ratos libres. 6. Escoger una profesión u oficio para ser felices. “Trabajar solo porque te van a pagar un sueldo me suena a prostitución. Debes trabajar en algo que te apasione”. 7. Seguir cumpliendo metas. Iván se preparó durante casi 4 años para coronar el Everest sin oxígeno suplementario (el esfuerzo es mucho mayor), lo cual logró el 27 de mayo de 1999, a los 39 años. Y a los 48 años concluyó su proyecto de coronar 14 montañas con más de 8.000 metros, también sin oxígeno suplementario. Enfocarse, prepararse y trabajar duro. Esa es la fórmula de Iván Vallejo. (M. P.) I E D U C AC I Ó N “Im a gí n a te cumpliendo tu sueño más importante. As í lo hice yo a los 12 años. Y luego enfócate en conseguirlo”. Iván Vallejo FOTOS Moisés Pinchevsky
Guía de Regreso a clases 2017
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