Cafeterías de especialidad: Aromas y sabores únicos
“Usan granos de una zona específica, con un microclima propio, que sus especificaciones en aroma y sabor hacen de este café algo único y especial”.
Para la mayoría de las personas una taza de café después de levantarse es parte de la rutina mañanera que deben seguir para poder empezar el día. Otros buscan esta bebida en horario de oficina, como una buena excusa para dejar el trabajo por unos minutos y hay quienes se encuentran con amigos al final de la tarde para beberlo acompañado de un dulce.
Lo cierto es que no importa la hora o con quién, una taza o varias, sea esta un americano, capuccino, infusión o espresso; la cultura del café en la ciudad sigue en aumento. Ahora encontramos cafeterías de especialidad, esto significa que usan granos de una zona específica, con un microclima propio, que sus especificaciones en aroma y sabor hacen de este café algo único y especial.
Deciden el tostado para sus granos, dependiendo de la finca de donde provienen, el método de extracción (V60, Kalita, aeropress, prensa francesa o espresso) y de las características que buscan en cada taza de café. Visitamos tres de los principales lugares donde ofrecen café de especialidad en la ciudad.
Sailor Coffee está ubicada en la planta baja del centro comercial Las Terrazas en la vía a Samborondón. Siempre con muchos clientes, pero son atentos y rápidos para servir. Con un amplio menú de desayunos, ensaladas, sánduches y hasta hamburguesas es una cafetería bien completa.
Nos ofrecieron un V60 ($ 5,50) con café lojano de la finca de Pedro Piedra. Tenía la concentración correcta, fue suave en boca, con agradable acidez y el amargor justo. Lo acompañamos con huevos benedictinos sobre tortilla de yuca ($ 10,24), que no me gustaron. El tocino debería de ser crocante para agregar textura y la salsa holandesa más espesa para hacer presencia en el bocado.
Luego pedimos al barista Eder Calderón un espresso ($ 2,24) con café de Imbabura. Esta potente preparación de apenas una onza que extrae todos los sabores y aromas del grano, en aproximadamente 25 segundos, falló con la textura de la crema.
Lúdica Coffee House se encuentra en la planta baja del edificio Olivos Tower, en la avenida Leopoldo Carrera, en Los Olivos. Ofrece desayunos, sánduches, piqueos y dulces. El barista Ricardo Carvajal nos recomendó un V60 ($3,50) con café tostado medio de una finca colombiana. Excelente, con notas de pasas y chocolate. Después un espresso ($1,50), bien preparado con granos de Imbabura, gustó por su buen cuerpo y natural dulzor.
En la calle Principal de Los Ceibos encontramos Comuna Café. Una acogedora cafetería de barrio, con cocina abierta, lo que permite ver cuando están preparando los alimentos y da una sensación de estar en casa.
El menú no tiene platos complicados pero sí bien preparados, hay sánduches, huevos al gusto, tortilla de verde, tostadas francesas, bowl de frutas con granola y jugos. El barista Leonardo Zambrano, de grandes habilidades, nos preparó con el mismo café un V60 ($ 3) y luego un Kalita ($ 3), mostrando cada uno características, aromas y sabores distintos.
Finalmente sorprendió con el espresso ($ 1,40), preparado con los mismos granos de tostado medio de Imbabura. Logró un café con perfecto balance en aromas, acidez y amargor, con crema compacta y gruesa de color caramelo, que al entrar en boca se funde con el líquido, formando una agradable textura y sabor persistente.
Le aconsejamos que pruebe las diferentes alternativas de extracción con café ecuatoriano, tenemos zonas muy diversas que proporcionan características únicas y le pueden dar sensaciones distintas a cada taza. (O)