Tradición napolitana: Sabores de la bella Italia
“No me pidas carne con pasta, porque eso no sirvo aquí. Hay muchos otros lugares alrededor en donde te pueden ofrece esos platos, yo no”.
Al entrar encontré una decoración extremadamente sencilla, con pocos elementos que den un ambiente italiano, más allá un par de cuadros con motivos napolitanos. Además, percibí un aroma a cigarrillo, muy raro de encontrar en estos días en un restaurante. Detalles que me hicieron pensar que difícilmente viviríamos una historia que valdría la pena contar de Bella Napoli.
Nos sentamos, trajeron el menú y sin verlo pregunté a la mesera: ¿qué me ofrece? En ese momento, de una mesa al fondo del restaurante, se levanta un personaje alto, de pelo canoso y barba sin afeitar, que se acerca e identifica como Enzo, el chef y propietario. “Tengo todo, platos del menú y otros especiales que te puedo preparar”.
“No me pidas carne con pasta, porque eso no sirvo aquí. Hay muchos otros lugares alrededor en donde te pueden ofrece esos platos, yo no”. Este cocinero napolitano, que su primer empleo al salir del colegio fue de albañil y llegó a la ciudad por vacaciones hace siete años, tiene bien claro que él cocina a su manera y que si al cliente no le gusta, deberá buscar otras opciones.
Aceptamos su sugerencia. Empezamos con un plato de camarones y pulpo cocinados con aceite de oliva, ajo, perejil y un toque de ají. Los mariscos con buen sabor, tenían ese picante justo que se deja sentir, pero permite llegar al siguiente bocado y saborearlo nuevamente.
Los camarones son cocinados y presentados con cáscara y cabeza, esto deja un sabor extraordinario, aunque se dificulte un poco el momento de comer. El pulpo no tenía la textura tierna que a mí me gusta, lo sentí algo duro, pero los jugos que dejaban ambos mariscos en el fondo del plato y que remojábamos en el pan casero de fina corteza crocante y miga suave, compensaron y alegraron la mesa.
Luego llegó un clásico de una buena cocina italiana, espagueti con almejas. La pasta al dente, llevada al punto de cocción necesario para mantener su firmeza y textura. Bañada con un delicioso sabor a mar que se siente con esta preparación que, siendo sencilla (solo lleva almejas, aceite de oliva, ajo y perejil) debe ser preparada con extrema delicadeza para que sus ingredientes mantengan un balance que haga que todos participen sin dañar la obra.
La sorpresa llegó, “te voy a hacer un plato que no está en la carta”, me había dicho Enzo. Según describió era una pasta con salsa putanesca, pero como la hacía su madre cuando él era chico, a lo pobre, sin anchoas y sin tocino. Sencillo y delicioso, nuevamente pasta cocinada a la perfección, con pocos ingredientes, pero todos haciendo su papel en la medida justa para completar un plato exquisito.
Yo había llevado mi vino y pensaba pagar el descorche, como es habitual en la mayoría de los restaurantes, pero en este caso no se permite y debí someterme a la selección del lugar, un vino blanco joven de la bodega italiana Varchetta, de cepa Greco. Parecido a un Viogner chileno, tiene aromas de durazno y algo de hierba fresca, mediana acidez y toques de miel en boca, poco cuerpo y de fácil tomar, que debo reconocer realizó un buen maridaje.
Bella Napoli se encuentra en Víctor Emilio Estrada y Las Monjas (Urdesa central). Terminó siendo una muy agradable experiencia, aunque sí debo decir que la cuenta de $ 91 me pareció elevada para lo consumido. (O)
