Éxito arrollador: Carnes al grill
“Quienes acaban de inaugurar recientemente Grilling Rustic Restaurant demostraron a la vez visión, intuición, profesionalismo”.
En época de crisis, cuando la mayoría de los restaurantes se queja del ausentismo de la clientela, llama poderosamente la atención que debamos esperar turno en un lugar que cuenta con capacidad para 188 comensales. Puedo entender por qué razón se logró semejante éxito. Quienes acaban de inaugurar recientemente Grilling Rustic Restaurant demostraron a la vez visión, intuición, profesionalismo.
Escogieron un sitio estratégico junto al hotel Sheraton, frente al Mall del Sol y hotel Sonesta, adquirieron un terreno de gran superficie que da cabida a un importante número de vehículos. Luego quisieron que su restaurante tuviera carácter, ambiente especial, algo como los que podemos encontrar en Carolina del Norte, rústico con clase, televisores plasma en el techo, pero sin sonido que pueda incomodar. La inmensidad de la sala no choca, más bien invita a cierta convivialidad como en Red Lobster.
El personal, de gran amabilidad, ha sido bien formado, sabe actuar con tino, eventualmente orientar, aconsejar. El menú plegable es otro acierto, de una sola mirada podrán ustedes abarcar las diversas posibilidades.
La parte dedicada a la carne predomina; bife chorizo de 300 gramos ($ 19) New York steak de 460 gramos ($ 25), rib eye de 300 gramos ($ 20). Ahora si ustedes tienen un apetito feroz está el tomahawk, chuleta de costilla con todo el hueso y la forma de un hacha, de allí su nombre, puede tener cinco centímetros de ancho y pesar entre un kilo y kilo y medio ($ 34). Escogí el Porter House, un T bone realmente enorme, pero de suculenta y tierna carne por el mismo precio.
Puse pesos y precios porque los carnívoros se guían de esta forma. Es evidente que se pueden escoger platos mucho más baratos, un pollo entero por $ 19, un cuarto de pollo por $ 7,50, un carré de cerdo ahumado de 800 gramos por $ 18. Las hamburguesas están en $ 8 y son bien grandes, vienen con tomate al grill, lechuga, queso holandés, cebolla y pan artesanal. Los pancitos que sirven como abrebocas son también de la casa. Para presupuestos más apretados escojan las brochetas a $ 7,50.
Los postres son exquisitos mas recomendaría que en la crema catalana no pongan especias, limitándose a yemas y crema con caramelo, que el browni, que es sabroso, sea un poco más tierno.
También me parece acertado haber puesto una fotografía a todo color de los diversos términos de cocción para la carne: un cuarto, término medio, tres cuartos y bien cocida. La lista de los cocteles es interminable. Los vinos arrancan a partir de $ 30 la botella o $ 7 la copa.
Es verdad que estuve durante el feriado de carnaval, lo que puede explicar la gran afluencia de público, pero la calidad me permite augurar un gran futuro para este nuevo establecimiento. Creo que, desde los dueños o socios, pasando por el personal y los cocineros, han logrado formar el equipo ideal.
Sin embargo, escribiendo este artículo recibí un correo de un lector que también había visitado este restaurante el sábado 17 de febrero. Lo resumí así: “Esperamos casi media hora por cuatro cocteles; de entrada pedimos cerdo chop en salsa BBQ y papas rústicas, muy rico, pero nunca nos trajeron los platos para poderlos comer. Los cocteles estaban flojísimos; las carnes muy buenas, pero llegaron frías, eso sí respetaron los términos de cocción de cada una. Nos gustó mucho el lugar por su informalidad, lo rústico, pero definitivamente es cómodo, popular y bullicioso. Nos gustó el detalle de la sal rosada en la mesa, no nos dieron servilletas de tela, tampoco agua de entrada. Apenas dos variedades de postres y cuatro sabores de helados. El café expreso delicioso. Parqueo escaso el fin de semana. La mesera -muy amable y sonriente- nos pedía disculpas y lo único que alcanzó a decir es que de día disminuía la cantidad de meseros...”
Supongo que eso se debe a la cantidad de comensales que van los fines de semana por lo que, luego de su reciente inauguración, no están preparados aún para recibir tal flujo de gente. Deben afinar detalles. (O)