¡Más parrillas! Buena opción
“El lomo se sirve sobre una piedra volcánica ardiente, lo que permite conservar el calor. No sé si todos los clientes tienen la misma suerte pero me tocó un lomo tan tierno que casi lo hubiera podido cortar con el tenedor”.
El local es modesto, más bien pequeño, no se ve tan llamativo: unas nueve mesas en la parte climatizada, varios televisores de pantalla grande en volumen muy bajo, ambiente tranquilo.
Lo visité un día miércoles pero sé que el local se llena los fines de semana. El camarero que nos atiende, León Castaño, es colombiano pero por nuestra conversación noto que está perfectamente integrado, amable, guía muy bien a los clientes en su elección, me recomienda el bife chorizo pero me advierte que la carne más tierna sería el lomo a la piedra.
Nos pregunta si queremos algún aperitivo pero solo hay whisky o vodka tonic, de ahí mi primera observación: serían bienvenidos unos cocteles sencillos como el pisco sour o el Tom Collins.
Locos a la Parrilla es la historia de tres amigos: Sebastián, Alejandro y Esteban que compartieron un mismo sueño desde Santiago, Buenos Aires o Guayaquil. Sueño que finalmente se concreta en aquel pequeño restaurante.
Carla Zambrano, cajera, es amable pero no me da los datos que necesito acerca del restaurante, por ejemplo su fecha de estreno. En la parrilla oficia frente a los clientes Fernando Rezabala. Tiene excelente mano y toma muy en cuenta el pedido del cliente.
El bife de chorizo puede ser el nacional o importado, habiendo la lógica diferencia de precio.
El sabor es excelente pero recomiendo siempre que no pidan una carne muy cocida. El gusto de Epicuro se queda en un 1/4 pero pienso que no se debe ir más allá de término medio.
El lomo se sirve sobre una piedra volcánica ardiente, lo que permite conservar el calor. No sé si todos los clientes tienen la misma suerte pero me tocó un lomo tan tierno que casi lo hubiera podido cortar con el tenedor. La forma como el cuchillo entró en la carne me indicó de inmediato la calidad del corte. Sabor notable: creo que es la mejor carne que puedo haber comido hasta la fecha en Samborondón y Guayaquil.
En cuanto a las parrilladas tendrán varias opciones para una, dos, cuatro o cinco personas, recibirán bife de chorizo, pollo, morcillas, mollejas con la guarnición de su preferencia.
No puedo opinar sobre lo que no probé sino el bife de chorizo individual y el lomo a la piedra. Recomiendo absolutamente este último.
Si Locos a la Parrilla es un sitio bueno podría llegar a ser excelente. Ya comenté lo de los cocteles pero fallan también con los vinos. Una pequeña carta de vinos (unos diez como base) sería bienvenida. Solo nos propusieron Doña María, Trapiche Roble o sangría.
No tienen un buen café, lo que desdichadamente es el mal de muchos restaurantes. Comprar una máquina para hacer un expreso siempre es buena inversión. El postre puede ser un flan casero de buena hechura, un brownie con helado de vainilla, un pancake con dulce.
Locos a la Parrilla se encuentra en el primer piso del centro comercial Las Terrazas. Tienen también pizzas, sándwiches, fiambres, ensaladas. La tabla de locos puede ser una entrada simpática (chorizo, morcilla, molleja, provoletas y cuatro alitas). La hamburguesa de locos es un plato completo en sí pues lleva carne molida, queso cheddar, tocino, huevo, tomate, lechuga y cebollas; llega con papas fritas.
Puedo escribir sin temor que me gustó el sitio, tanto por el trato, la tranquilidad y sobre todo la excelencia de un lomo a la piedra sobresaliente. Mi cuenta para dos personas fue de $ 59.
