Nuevos propietarios: Chino en Samborondón
“Hong Kong Deli ha cambiado de dueños, pero son igualmente chinos los nuevos propietarios. El restaurante no ha modificado mayormente su ambiente sencillo...”.
En la década del sesenta solo existían tres chifas en Guayaquil. El Asia tiene ahora sesenta y cinco años, ha de ser el decano, pero yo frecuentaba en aquel entonces el Mayflower, ubicado en la calle Pichincha entre Sucre y 10 de Agosto, ahí empezó mi afición a la sopa de wantanes hasta que aprendí a hacer los míos y rellenarlos en casa, así como hice la sabrosa sopa de cangrejos teniendo como profesora a Mariana Hi Fong Camchong. En realidad para elaborar la sopa de cangrejos preparo un wu-chi-wu con la receta clásica y añado carne de cangrejo, cebolla picadita, y decoro el bol con dos manos gordas.
El Joun Yep de Robert Shu (+) y María de Shu lleva más de 45 años, buen ambiente, bonito jardín exótico, cocina tradicional. El Cantonés Internacional impresiona por su inmenso local que parece un palacio, presenta la ventaja de elaborar o criar sus propios ingredientes (pastas, patos, salsa, entre otros). Debo volver al Queen Dim Sim, cuya calidad netamente superior me había impresionado hace unos años, está ubicado al lado de la iglesia Santa Gema (ciudadela Bolivariana).
Hong Kong Deli (centro comercial Las Terrazas) ha cambiado de dueños, pero son igualmente chinos los nuevos propietarios. El restaurante no ha modificado mayormente su ambiente sencillo, sin manteles, baño impecable, cocina pequeña pero limpia, servicio bastante rápido y atento.
La carta inmensa ofrece catorce tipos de sopas, entre ellas la de Singapur con cerdo, camarones, pollo o pato asado, ocho clases de bocados al vapor. La sopa de wantanes es la receta más simple, en realidad existen varias. A veces está hecha con caldo y carne de pollo, camarones, wantán y verduras chinas como la col. Existe otra versión más completa llamada sopa de wantán especial, que incluye carne de chancho, más verduras e incluso mariscos. Se puede sazonar en la mesa con salsa de soya, salsa con ajo, me agrada la sencillez de un caldo transparente, no me gusta que le pongan fideos, acepto láminas de cerdo. Deberían disminuir el tamaño de los wantanes para un más fácil consumo. Hay quince tipo de arroz, luego todos los platos clásicos de pollo, camarones, cerdo, tallarines.
En la cocina china no resulta fácil llegar a un nivel excepcional y debemos recordar que generalmente se nos ofrece una comida adaptada al paladar occidental. Sabemos que en Guayaquil el público, a veces, busca unos platos servidos con mucha prodigalidad a precios muy cómodos. Las láminas mongolianas de lomo convienen a personas de mucho apetito, la receta lleva jugos de la carne, maicena, salsa de soya, cebollas, aceite y eventualmente vino blanco. Es un plato que llena, pero no es muy refinado ni en su sabor ni en su aspecto. El cocolón procesado en forma de galleta es muy sabroso, tiene mucho éxito.
Como postre, las bolas de coco rellenas con dulce de fréjoles, la de ajonjolí, el pan de fréjol son opciones exóticas. Mi cuenta para dos personas fue de $ 54,07 incluyendo sopa de wantanes, lomo mongoliano, una porción de cocolón, cuatro cervezas, bolas de coco, fa kau y fan kuo (bocados al vapor).
Estacionamiento sin problema, atención esmerada. Para quienes buscan precios cómodos y grandes porciones. (O)