Comida rápida y saludable también
“Con platos sencillos, recetas conocidas, nada muy complicado, pero con ingredientes frescos hacen vivir una agradable y saludable experiencia”.
Los mileniales son los que nos han traído este nuevo concepto de alimentación saludable y simplista, en donde los métodos de preparación no son muy elaborados, pero sí se preocupan que los ingredientes sean frescos y llenos de nutrientes. A ese inmenso grupo de consumidores es a quienes se enfoca la cadena internacional Freshii.
Este negocio, que empezó en 2005 como un emprendimiento que ofrecía comida y energía, de un joven (Matthew Corrin) de 23 años en Toronto, Canadá, se convirtió en poco tiempo en una de las más importantes franquicias de comida rápida y saludable del planeta.
Aunque no soy asiduo de los restaurantes de comidas rápidas, luego de conocer que hace unas semanas abrieron su segundo local en Mall del Sol (el otro está ubicado en Las Terrazas en la avenida Samborondón), decidí que era el momento de visitarlos.
La oferta es bastante amplia, se puede desayunar, pedir un snack, almorzar, tomarse un batido o simplemente un helado de yogur. Las bebidas (todas en botella) se toman de una estantería refrigerada al costado de la barra en donde hay agua natural, gaseosas, té helado, varias bebidas artesanales y hasta cervezas importadas.
Los platos son preparados siempre en cuatro opciones, burritos o wraps, sopas, bowls y ensaladas. Todos con una variada mezcla de vegetales y carbohidratos a los que, de acuerdo con el gusto de cada uno, le agregan la proteína que elija. El sistema de armado de los platos es bastante rápido y se realiza a la vista de todos, aunque no es necesario esperar, porque los alimentos son llevados a la mesa.
Al llegar nuestra orden entendí el concepto ganador de este lugar, los platos son de cerámica y los cubiertos son dignos de un buen restaurante, es decir, es una comida rápida pero muy bien presentada. Los ingredientes en cada plato vienen dispuestos de tal forma que es fácil identificarlos, o sea, no están revueltos o escondidos.
Para empezar pedimos una sopa Spicy Lemongrass ($ 3,92), una combinación de fideos de arroz, zanahoria, tomate, champiñones y col morada. Todo sobre un caldo de verduras ligeramente picante que armonizaba muy bien con las texturas crujientes, firmes y blandas que tenían los ingredientes.
Luego, una ensalada Cobb ($ 9,88) y un burrito Tex Mex con pollo ($ 7,92). La primera fue una generosa porción de lechugas, aguacate, tocino, queso azul, tomates y maíz dulce, con aderezo de miel y mostaza, a la que le agregué pollo. El burrito con arroz integral, fréjoles negros, maíz dulce, aguacate, queso holandés y salsa ranch de yogur griego sorprendió no solo por su buen sabor, sino porque permitía comerlo con las manos sin que se desbaratara y cayeran los ingredientes al plato.
Para beber seleccionamos dos productos novedosos, uno importado, la Timmermans Kriek ($ 5,49). Se trata de una cerveza belga tipo Lambic, que se elabora con fermentación espontánea y se le incluyen cerezas en el proceso, formando así una bebida muy refrescante con buena acidez, algo de dulzor y muy buena presencia de fruta.
El otro descubrimiento fue un té de kombucha con limón y jengibre ($ 3,75), que producen en Manglaralto, Santa Elena. Se trata de una bebida fermentada y espumosa, que contiene probióticos y otros ingredientes buenos para el organismo. Ambas acompañaron muy bien nuestros platos.
Freshii es un lugar casual, un híbrido entre lo gourmet y restaurante de comida rápida. Con platos sencillos, recetas conocidas, nada muy complicado, pero con ingredientes frescos hacen vivir una agradable y saludable experiencia. (O)