En busca del sueño
Aquellos que se atreven a tener un proyecto en la vida, renunciando a todo para vivir su leyenda personal, terminarán logrando cualquier cosa. Lo importante es mantener el fuego en tu corazón y ser fuerte para superar los momentos difíciles.
Recuerda, los deseos que están en nuestras almas no provienen de la nada; alguien los puso allí. Y este alguien, que es amor puro y solo desea nuestra felicidad, solo lo hizo porque nos dio, junto con estos deseos, las herramientas para hacer que sucedan.
¿Cuál es el precio?
“¿Es el precio de vivir un sueño mucho más alto que el precio de la vida sin atreverse a soñar?”, preguntó el discípulo.
El maestro lo llevó a una tienda de ropa. Allí, le pidió que se probara un traje exactamente de su talla. El discípulo obedeció y quedó muy sorprendido por la calidad de la ropa.
Entonces el maestro le pidió que se probara el mismo traje, pero esta vez de un tamaño mucho más grande que el suyo. El discípulo hizo lo que le pidió.
“Este no sirve de nada. Es muy grande”.
“¿Cuánto cuestan estos trajes?”, preguntó el maestro al encargado de la tienda.
“Ambos cuestan el mismo precio. Es solo el tamaño lo que es diferente”.
Al salir de la tienda, el maestro le dijo a su discípulo: “Vivir tu sueño o renunciar a él también cuesta el mismo precio, que generalmente es muy alto. Pero el primero nos permite compartir el milagro de la vida, y el segundo no nos sirve”.
La búsqueda del camino
“Estoy dispuesto a dejar todo. Por favor, tómame como un discípulo”.
“¿Cómo elige un hombre su camino?”.
“A través del sacrificio. Un camino que exige sacrificio es un verdadero camino”.
El abad chocó contra una librería. Un jarrón muy raro cayó y el joven se arrojó al suelo para recogerlo. Cayó en el camino equivocado y se rompió el brazo. Pero fue capaz de salvar el jarrón.
“¿Qué sacrificio es mayor, ver el jarrón rompiendo nuestro rompimiento de un brazo para salvarlo?”.
“No lo sé”.
“Entonces, no trates de guiar tu elección a través del sacrificio. El camino es elegido por nuestra capacidad de comprometernos con cada paso que hacemos mientras caminamos”. (O)