Con los periodistas
¿En qué está pensando? Aquí vamos a hablar de prudencia, perseverancia, pundonor y pasión por el periodismo. Esa es la pátina que deja el cubano Ismael Cala en la pantalla de CNN en español, que transmite para una audiencia de cincuenta millones de televidentes.
En el marco de una conversación amena, se produce la transición en la que la proficua y extenuante labor del equipo de producción nos recuerda que en el buen periodismo no hay cabida para perogrulladas.
Vestido con una chaqueta de corte nehrú, Cala se despide de la audiencia que lo llevó a la palestra, que lo ubicó en un pedestal. El cambio de silla fue un hecho especial, nos llenó de emoción a quienes profesamos con devoción esta profesión.
Siendo la entrevista el género periodístico donde hay mayor manifestación de las emociones, debemos recordar que:
Hay que respetar a la audiencia. No se debe recurrir a recursos vulgares o groseros para obtener rating.
Los medios masivos y tradicionales de comunicación, radio y televisión, siguen liderando por las ilimitadas posibilidades de llegar a sitios recónditos y transmitir en directo, pero hay que cuidar esa arma poderosa que es el lenguaje.
Un gesto de descortesía o superioridad puede arruinar los pasos iniciales de cualquier comunicador. Los voceros y relacionistas públicos deben evitar ese autoboicot.
La libertad de expresión es uno de los derechos inalienables, pero en una práctica saludable debemos verificar los hechos.
El buen periodista debe ser imparcial, es el camino seguro hacia la honestidad.
No hay que discutir conceptos; la entrevista no es un debate.
Las normas de cortesía y buen comportamiento se demuestran respetando el criterio de los entrevistados.
Interactuar e investigar para el reportaje o una crónica, o entrevistar a gente que aporta con su conocimiento y experiencia impone una sólida postura de respeto. La ética periodística es requisito indispensable.
Ahora tenemos a Camilo, prototipo del profesional prolífico (seguimos con la p.) quien asegura que lo que viene “no será un talk show barato”. Tal vez esto lo lleve al pináculo, porque haciendo referencia a la importancia de la entrevista, destaca que “hablando se entiende la gente”, así dice Camilo Egaña, a quien “el pajarito no engaña”. (O)