Nuestras raíces
Cuando nuestros mayores evocan el tiempo de las pulperías, donde se tomaban su copita de vino y solamente pagaban por eso o por un suculento sándwich, nos provoca seguirlos escuchando. Es entonces cuando se refieren al tiempo de las bodegas, luego a las tiendas de abasto, a los mercaderes que con las telas al hombro salían a las calles a vender “a la sencilla”, más tarde fueron las despensas y después llegaron los supermercados.
El tiempo vertiginoso ha hecho que el ayer sea más pálido cada vez. Afortunadamente, la Empresa Pública de Turismo, Promoción Cívica y Relaciones Internacionales de Guayaquil, que dirige Gloria Gallardo Zavala, ha emprendido una acción loable. Con el concurso de los estudiantes de Gastronomía se ha elaborado un levantamiento de los lugares tradicionales de comida típica, aquella que contiene los sabores que nuestros ancestros nos han legado por medio de la oralidad. Aquí están nuestras raíces.
Si usted va al Centro de Convenciones, a partir de este jueves 21, tenga presente que:
Debe hacer fila para adquirir su ticket de ingreso. No empuje ni se desespere.
Sea caballeroso con las damas.
Ceda su asiento a las señoras embarazadas y a las personas de la edad de oro.
Aquí no va a recibir atención de meseros, recuerde que en una plaza usted elige los alimentos y debe ordenarse para comprar su comida, pero primero debe cancelar el valor de esta.
El servicio es en material desechable, es decir, platos, vasos y cubiertos de plástico. Después de saborear todas esas ricuras, recoja todo lo que sirvió para su alimento y deposítelo en los tachos de basura. Es verdad que hay personal dispuesto para esta tarea, pero una persona educada nunca deja rastros en el lugar donde comió.
Recuérdele a sus hijos que durante la comida no hay que poner los codos sobre la mesa y no se habla cuando tenemos alimentos en la boca.
Cuando vaya a lavarse las manos sea considerado con las toallas de papel para secarse. Recuerde que así como usted, hay muchas otras personas necesitadas de este recurso.
Si es atendido en uno de los estands de degustación, agradezca, saboréelo y siga caminando por el lado derecho. (O)
