Petición de mano

Por Mariquita Noboa
31 de Mayo de 2015

Cuando los dos corazones laten al mismo ritmo, es la más saludable taquicardia, se trata de fortalecer esta unión que se convertirá en la célula más importante de la sociedad: la familia. Hemos comenzado a soñar en el nido de amor.

A diferencia de lo que ocurre en India o en algunos países de Medio Oriente, donde los padres deciden cuándo y con quién casarse, aquí en este lado del mundo gozamos de la libertad de elegir y decidir cuándo vamos a formar un nuevo núcleo familiar.

¿Quién comunica a quién? Corresponde a los novios contarles a sus respectivos padres cuál es el giro de ese enamoramiento. Pidan primero la bendición de sus padres y celebren el momento en la intimidad del hogar.

Aunque no parezca, este es un instante de notable trascendencia porque será la primera vez que las dos familias se encuentran. Es posible que se conozcan, lo cual permite mayor fluidez, en caso contrario, hay que encontrar la forma de que no haya tensión inicial.

Para el primer encuentro solamente van a estar los familiares más cercanos: papá, mamá, hermanos y abuelos, si los hay.

¿A qué hora debe ser la petición de mano? No hay una hora determinada, pero se recomienda destinar un tiempo de calidad para recibir al novio y a sus padres.

¿Qué se hace en una petición de mano? Los padres de la novia reciben a los visitantes en su casa. El padre del novio toma la palabra para explicar el motivo que ya todos saben. ¿Es esto una redundancia? No, es una formalidad que, a Dios gracias, no ha pasado ni pasará de moda.

¿Y si se pone gago? Bueno, es de entender que no estamos bailando salsa. Sí, es posible que el padre trastabille, es cuando la mamá del novio interviene a manera de ‘apuntalar’ la intervención de su esposo.

También el novio interviene para destacar todas las virtudes que encuentra en la niña. Los padres de ella agradecen por los elevados conceptos que se han vertido sobre su hija.

Dependiendo de la creencia religiosa, estará presente el sacerdote, pastor o predicador, quien luego de las sabias reflexiones sobre el matrimonio bendice los anillos.

Es el momento de brindar con champán o vino blanco. Para quienes no beben alcohol se sirve jugo de manzana; aquí entran los abuelitos y los niños.

Ahora sí. Ha quedado formalizada familiarmente la relación. No se recomienda hablar de dinero en este primer encuentro. ¿Quién dijo miedo? (O)

mtnoboa@hotmail.com

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