Rueda de negocios, para ellos
Luego de analizar las opciones de nuevos mercados, la oportunidad de relacionarse con altos ejecutivos impone determinados parámetros que van a redundar en beneficio de la empresa. Y como “lo prometido es deuda”, aquí vamos.
• El saludo es la primera demostración de buena educación. Si hay damas en la comisión negociadora, siempre será primero el saludo a las señoras y luego a las señoritas.
• Aunque no debe haber mesas de por medio al momento de saludar, en una rueda de negocios es casi inevitable. Manténgase de pie, en posición erguida, los pies unidos, no introduzca la otra mano, generalmente la izquierda, en el bolsillo.
• Después de las presentaciones de rigor y conocer las respectivas jerarquías, la comunicación debe dirigirse a la persona de mayor representatividad, sin descuidar la atención a los otros integrantes.
• En el mundo de los negocios siempre va a tener oportunidad de alternar con hombres y mujeres de diferentes latitudes. No pregunte nunca por qué usa tal vestimenta. Ya sabemos que los trajes son nuestra segunda piel, por lo tanto un quimono, sari, punjavi, doti o poncho y alpargatas es la ropa que nos identifica. La mejor forma de mostrar educación es respetando las tradiciones y costumbres.
• Ningún caballero toma asiento si una dama está de pie. Y ojo, esto también cuenta en el ámbito social.
• No se le ocurra ingresar a una sala de negocios con la gorrita polvorienta del fin de semana.
• No se vista como para un viernes casual, tampoco como en el fashion week, pero sí hay que escoger con cuidado la ropa que “habla” por usted. Recuerde que hay una política de vestimenta que lo identifica en sentido profesional.
• Cuide de no llegar a una negociación con aliento a alcohol. No fume, no masque chicle y apague su celular.
• No se las dé “de Chicho Bello”. En el mundo empresarial no cuentan sus dotes de Adonis. No viva de fantasías.
• Lleve una libreta formal para sus apuntes. Busque una pluma fina.
• Sus tarjetas de presentación téngalas siempre a la mano y que sean de cartulina de calidad.
• La despedida, igual, primero a los de mayor jerarquía y siempre breve y cordial.
Y como hoy es el Día del Niño, felicidades y éxitos para todos esos hombres grandes que conservan todavía a su niño interior.
