¡Viva Guayaquil!
La mejor forma de honrar a la ciudad que nos cobija es respetarla y esto solo se logra con un buen comportamiento ciudadano. En esta ocasión celebramos un año más del inicio del proceso fundacional de Guayaquil, “la Perla del Pacífico”, que nos invita a compartir en una multiplicidad de eventos culturales.
Si usted visita la ciudad por primera vez y no tiene dominio del lugar donde se encuentra, acérquese a los quioscos de información turística. Personal debidamente entrenado le proporciona los datos que necesita para movilizarse.
El sistema de transporte masivo, la Metrovía, es una buena opción y a bajo costo. Los guayaquileños somos hospitalarios y acogemos de buen agrado a todos quienes nos visitan, pero no bote basura a la calle desde la ventana de ningún vehículo.
Si va conduciendo, recuerde que la prioridad la tienen los peatones; esto es en cualquier ciudad del mundo.
Pero en calidad de viandantes también debemos ser cuidadosos y precavidos; no sortear los vehículos por muy ágil que crea ser. Evite las imprudencias, para eso están los pasos peatonales, aunque haya que caminar un poquito más.
Parte de la civilidad es cuidar en la calle el paso de los niños, esto es responsabilidad de los padres, maestros o tutores, de todos los días.
Se debe caminar por las aceras y a los caballeros les corresponde ceder el lugar más alejado de la vereda a las damas o a los señores de mayor edad.
Si va caminando y se encuentra con amigos, la conversación debe ser breve, pero no se olvide de presentar a las personas que lo acompañan.
Lo que se conoce como “paso cebra” es el espacio destinado para cruzar la calle.
Si va a comer, hágalo sentado y con la mejor disposición. No es lo apropiado ir comiendo por la calle.
Recuerde que los buenos modales no se aplican solamente en determinadas ocasiones, es una práctica que si se realiza a diario, le va a dar seguridad en cualquier lugar para desenvolverse en público. Proceder de manera correcta y con educación es la mejor forma de enseñanza. Y aunque no hay que gritar en la calle, por hoy está permitido decirle a los cuatro vientos: “¡Viva Guayaquil!”. (O)
