Nutrición y precaución
Emociónese con las novedades en alimentos, pero antes de probarlas, escuche a los especialistas, especialmente si tiene alguna condición médica.
Los ‘superalimentos’ y las dietas rápidas tienen mucha difusión y gran acogida, ¿pero cuáles son las tendencias que siguen los especialistas en nutrición? La buena noticia es que aún recomiendan todos los grupos de alimentos, poniendo cuidado en las cantidades, en la forma de preparación, en la frecuencia con que usted come ciertos productos y en su estado de salud en particular.
Batidos y jugos verdes
Los batidos y los jugos verdes se diferencian por su contenido de fibra. En los primeros se licua la fruta con leches vegetales, superalimentos, hojas verdes y semillas, y así aportan fibra alimentaria. Su proceso en el organismo es diferente, pues deben ser digeridos. Aportan micro y macronutrientes.
“Si se realizan con el equilibrio adecuado, pueden llegar a reemplazar una comida (ligera), como el desayuno o un snack”, explica la nutricionista holística Andrea Tinoco. Para prepararlos basta una licuadora.
Los jugos verdes, por su parte, se obtienen por un proceso de obtención del zumo de frutas y vegetales (lo ideal es un equipo de extracción en frío). Tinoco los describe como un ‘shot’ que va directo al torrente sanguíneo, sin digestión. “Así asimilamos inmediatamente las vitaminas, minerales, enzimas y antioxidantes”. Sin embargo, destaca que estas bebidas no reemplazan una comida, ya que no aportan calorías ni energía.
Si usted tiene alguna condición médica, es importante que consulte con un especialista antes de probar la jugoterapia, ya que la reacción de su organismo puede ser distinta a la de una persona saludable.
En cuanto a consumir estas preparaciones fuera de casa, Tinoco tiene varias recomendaciones:
- Pida el jugo sin azúcar ni agua agregada.
- No mezcle frutas dulces con ácidas, lo ideal es consumir una fruta o dos de un mismo grupo.
- Asegúrese de que el zumo no contenga más de una fruta y varios vegetales.
El ayuno intermitente
Es una forma de restricción de calorías que alterna ciclos de 12 a 24 horas de ayuno y alimentación, que ofrece pérdida de peso acelerada y desintoxicación y que por tanto se ha popularizado.
En Estados Unidos, el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento, parte de los Institutos Nacionales de la Salud, ha conducido estudios tanto en ratones como en adultos jóvenes con sobrepeso. Allí, el ayuno ha mostrado efectos positivos sobre biomarcadores de enfermedades, reducción de estrés oxidativo y preservación de las funciones de aprendizaje y memoria.
Pero se trata de ejercicios altamente controlados para garantizar una verdadera restricción calórica, un recorte de nutrientes sin malnutrición, de acuerdo con Stephen Freedland, profesor del Centro Médico de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, quien aconseja cautela con los libros sobre ayuno u otra tendencia de salud, escritos para audiencias generales.
“Existe mucha controversia sobre el tema”, considera la nutricionista Ruth Yaguachi Alarcón, “y pocas investigaciones en humanos, que, en efecto, demuestran efectividad en la reducción de peso y en la reducción de colesterol y triglicéridos, pero no miden los efectos colaterales a largo plazo”.
La doctora no está de acuerdo con el ayuno intermitente, ya que, en su opinión, no forma parte de un estilo de vida saludable. “El objetivo no es solo la pérdida de peso, sino que el paciente adopte hábitos alimentarios saludables que pueda mantener y así prevenir enfermedades asociadas, como diabetes e hipertensión arterial”.
Tinoco, quien tampoco ha aplicado personalmente este ayuno, reafirma que el peso saludable se consigue con un régimen sostenido de alimentación variada y equilibrada, “sin excederse en cantidades y evitando al máximo los productos industrializados”. Sin embargo, está al tanto de que los ayunos terapéuticos, siempre y cuando sean personalizados y controlados por especialistas, pueden significar grandes beneficios para la salud.
Por ejemplo, pueden activar la cetosis, el catabolismo de grasas como fuente de energía, en respuesta a un bajo consumo de carbohidratos. “Muchos órganos, como el cerebro, se alimentan exclusivamente de glucosa, que es el componente más pequeño de los carbohidratos. Cuando dejamos de ingerir este grupo de alimentos, el cuerpo recurre a las grasas para obtener energía y generar acetoacetato, que es el compuesto que alimenta al cerebro”.
Mientras usted no acuda a un especialista, Yaguachi insiste en que lo mejor es apegarse a un programa de cinco comidas diarias (tres principales y dos colaciones), consumo de fibra en frutas con cáscara y vegetales crudos en ensalada, el cambio de grasas saturadas por aceite de oliva, maíz, girasol o canola, carnes blancas cinco días a la semana y carnes rojas una o dos veces por semana, preparadas en bistec, estofado y guisado.
Finalmente, desaconseja experimentar por cuenta propia: “En caso de que quiera optar por el ayuno intermitente, hágalo bajo vigilancia médica y nutricional”.
Iníciese con los zumos
Para la inflamación, que es una de las primeras fases de las enfermedades crónicas, Andrea Tinoco propone un zumo verde antinflamatorio que se extrae de dos tazas de zapallo, dos zucchinis pequeños, dos tallos de apio y dos ramas de perejil.
Otra receta que incluye fruta, para desintoxicar y depurar: un puñado de espinacas, una manzana, un pepino, 1 cm de jengibre y el zumo de un limón.
“Si quieren probar con batidos, les comparto una receta con mango, para aprovechar la temporada: licue una taza de leche vegetal a elección con un guineo, un mango, un puñado de hierbabuena y una cucharada de panela o tres dátiles”.
Hortalizas y hojas
La col crespa o kale fue uno de los vegetales más populares en el 2015. ¿Cuáles son sus reales beneficios? Tinoco dice que contiene gran cantidad de clorofila, que favorece la alcalinidad y desintoxicación. También es una fuente de calcio, hierro y vitaminas A, C y K. “Sin embargo, ningún alimento por sí solo logra mantener sana a una persona, sino que en este caso es un aporte extra”.
Las corrientes internacionales, sin embargo, se han desplazado del kale a las algas. “En nuestro país podemos adquirir el alga nori en el supermercado. Su consumo reemplaza al pescado en la dieta. Una opción local es la microalga espirulina, disponible en cápsula y en polvo”. Tinoco recalca que este último producto no es recomendable para todos, por lo que requiere consulta médica previa.
Otras tendencias en alimentación son el poke (bautizado como ‘el nuevo sushi’), un plato tradicional hawaiano, hecho de pescado en cubos, marinado en soya y sésamo. Hay, asimismo, una preocupación por no desperdiciar nada de los vegetales, incluyendo en el plato tallos, corazones, raíces y ramas. En cuanto a salsas, especias y condimentos, la sriracha tailandesa irá seguida del chile fantasma o naga-jolokia de la India, el sambal del sur de Asia y la harissa del norte de África. (I)
Supervegetales
En un reporte sobre el potencial nutricional de frutas y vegetales (Centros para el Control de Enfermedades de EE. UU.), el berro quedó en primer lugar, la col china en segundo y el kale en el decimoquinto.
El ganador: el berro
La hoja contiene betacaroteno y vitamina K, dos componentes considerados antienvejecimiento, e isotiocianato de fenetilo, que se estima que podría reducir el daño celular relacionado con el cáncer.