‘Fui un papá metiche’
Desde que me convertí en padre hace 25 años siempre quise estar presente en todo momento en la vida de mis hijos. De hecho asistía a todos los eventos escolares. Después, a medida que iban pasando los años, los llevaba a paseos e incluso cuando tenían una fiesta los acompañaba o los dejaba para irlos a recoger a una hora límite que les imponía. Todo iba bien hasta que mis hijos se graduaron del colegio y fueron a la universidad. Empezaron a portarse mal conmigo diciéndome que hasta cuándo yo iba a tratarlos como unos bebés, y me dijeron que no los hiciera quedar mal ante sus amigos. Me llegaron a decir que me había convertido en un papá metiche. Pero yo no me considero así, porque mi única intención es saber que están bien. Nuestra relación se volvió tirante y me sentí impotente de no poder manejar la situación. Me preguntaba a cada rato qué hice mal para que mis dos amados hijos me trataran mal. Mi esposa me dijo que ellos ya estaban grandes y que los dejara desarrollar. Me pidió que fuera con un psicólogo y busqué uno que responde cartas en El Especialista. Acudí y me confirmó la teoría de mi esposa. Pero igual, siempre estaré pendiente de ellos.
Armando,
Guayaquil