‘Me decían flacucho y mi padre me ayudó’

Cuando tenía 16 años y estaba en el colegio, me sentía mal porque los chicos siempre se burlaban de mí, me decían que nadie se iba a enamorar de un flacucho como yo, ya que tocarían puro hueso. Esto con el tiempo me fue creando mucha inseguridad e incluso llegué a deprimirme tanto. Pero cuando me gustó una chica de  mi barrio, mi familia me decía que ella estaba interesada en mí, pero nunca creí aquello.

Por eso prefería andar con mis amigos del barrio antes que con mujeres. Incluso algunos familiares llegaron a dudar de mis preferencias sexuales, decían que nunca me veían con mujeres, sino con hombres.

En realidad, al principio lo que pensaran ellos en relación a ese tema no me importaba, porque yo sabía que me atraían demasiado las mujeres. Sin embargo, continuaban las murmuraciones de mi sexualidad y eso me comenzó a molestar, me decían mijita, para arriba y para abajo, hasta que me harté y se lo dije a mi papá, quien me ayudó a ponerlos en su lugar. Él aprovechó para preguntarme en relación a las muchachas y le dije que me gustaban pero que creía que no les iba a gustar por ser muy flaco. Incluso me dijo que él también fue así a mi edad y que me entendía.

Me propuso que lo acompañara a donde una nutricionista, buscamos una de las que responden en El Especialista. Esto fue hace dos años y con el plan de dieta que me envió subí  unas cuantas libras e incluso voy al gimnasio y estoy agarrando músculo. Me siento motivado, sobre todo porque mi padre me ayudó a tener confianza.

Marlon,
Guayaquil