Galápagos en Miami: Retos periodísticos
700 comunicadores se reunieron en el Encuentro de Periodistas Ambientales en EE.UU. Paula Tagle estuvo allí participando en un panel especial sobre trabajos periodísticos sobre Galápagos.
Asisto a mi primer encuentro de la Sociedad de Periodistas Ambientales. Entre el 19 y 23 de octubre, 700 comunicadores, sobre todo de los Estados Unidos de Norteamérica, se reunieron en Miami para su vigésima primera conferencia anual. Se han ofrecido tours por la Florida, una cena de inauguración con el clan Cousteau como invitados especiales, premier de filmes y hasta desfiles de moda.
Científicos de todas las ramas han sido invitados y simultáneamente se llevan a cabo ruedas de prensa que tratan temas que van desde la crisis mundial del agua hasta efectos del cambio climático. Picando un poco por aquí, un poco por allá, me voy enterando de las últimas nuevas y conociendo a varios voceros de la ciencia.
El Ecuador también estaba representado con el panel ‘Retos en la evolución del periodismo en las islas Galápagos’. En este participamos cuatro galapagueños (Enrique Ramos, Carlos Macías, Xavier Castro y yo), la escritora Carol Ann Bassett, autora del libro Galápagos, al cruce de caminos, con la mediación de Cecilia Alvear, miembro de la directiva de Unity (periodistas de color), exproductora de noticias para NBC.
La discusión se dispara en diferentes direcciones, son muchas las preguntas de los asistentes a nuestro panel, quieren saber si es cierto ese eslogan de visitar las islas antes de que termine de destruirse su hábitat, un decir a mi parecer producto del sensacionalismo que siempre vende noticias mejor que la objetividad. Y de los cinco panelistas, cuatro estamos básicamente en la misma línea. Hay problemas, pero la balanza se inclina hacia las cosas positivas.
Carol lo analiza desde otra perspectiva, y tiene derecho, porque este es, o debería ser, un mundo democrático donde las opiniones se expresen sin miedos ni restricciones. Y en mi debatir personal por convertirme en justa comunicadora, me pregunto si tal vez yo no estoy pecando de subjetivo optimismo.
Aprovecho luego una conversación con un profesor de periodismo de la Universidad de Missouri, Bill Allen, y le pregunto si el periodista ambiental debe mantenerse “neutro”, libre de pasiones, o si es correcto insertar mensajes personales. Él me responde que es impracticable despojarse completamente de la opinión propia, que tampoco es antiético expresarla. Lo realmente importante es exponer datos, porcentajes, realidades probadas, que no hay nada más ecuánime que los números; en eso consiste la justa comunicación.
Cuando Carol se refiere a que demasiada gente vive en las islas, Carlos Macías muestra cifras, el índice de crecimiento poblacional ha decrecido, de 6,5% en el 2001 a 3,3% en el 2011. Que si bien tenemos dengue en Galápagos, Xavier Castro expone cómo se han logrado disminuir los casos, y este año se han reportado apenas tres contagiados. Enrique Ramos, editor del único periódico que se publica en Galápagos, cuenta que tiene 6.000 lectores, es decir, la prensa escrita llega e interesa al 25% de los habitantes.
El tiempo es corto, no se alcanza a emitir una conclusión de cierre; quedamos un poco en el aire, mientras los participantes insisten en sus preguntas incluso luego de terminado el panel.
No estoy totalmente satisfecha. Eso sí, me siento muy orgullosa de los representantes de Galápagos. Razonamos con números, con fluidez y seguridad. Si las islas cuentan con esta calidad de comunicadores, pues ciertamente que las cosas no han de estar tan mal.
nalutagle@yahoo.com